TURISMO

Cádiz espera las reservas alemanas de última hora para evitar el desastre

«Hay 25 millones de alemanes con las maletas hechas sin decidirse por un viaje», dice el portavoz de TUI sobre el principal mercado emisor de turistas de la provincia Turespaña prevé menos vacaciones familiares, más viajes cortos y más 'todo incluido'

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Cádiz no quita ojo al mínimo gesto del mercado turístico alemán, su principal proveedor de viajeros y el cañón de turistas que surte las cuentas de resultado de España. Entre la diferencia de opiniones entre unos profesionales u otros, la provincia está de acuerdo en que las reservas deberían estar hechas y aún no lo están. En eso coinciden todas las mesas de trabajo de la Bolsa del Turismo de Berlín 2009 (ITB), en la que Cádiz busca no perder a su principal cliente.

Por eso muy pocos de los grandes cerebros con capacidad de decisión del turismo español se perdieron ayer el debate de varios de los principales expertos en el mercado que dieron su visión sobre la coyuntura con una visión unificada: el desastre económico de las habitaciones vacías este verano puede evitarse en el último momento si no derivan hacia otros destinos más ajustados de precio.

«Unos 25 millones de alemanes tienen las maletas hechas. Les falta decidirse por unas vacaciones». Habla Michel Blum, el portavoz del gigante de la touroperación alemana TUI. El ejecutivo avanza lo que muchos ya notan en los programas de sus hoteles. Cada año -y este más- se reserva con menos previsión. «Tenemos un 10% de reservas menos que el pasado año», admite el empresario.

«El bolsillo lleno»

Y no es el único. Miguel Molina, de TSS Group, la primera compañía de agencias de viajes, con 2.500 establecimientos por todo el mundo y el 20% de los de Alemania, asegura que «a los alemanes les gusta mucho una crisis, por eso es importante hablar mucho de ella hasta que llegue». Según sus cifras, los ejercicios de 2007 y 2008 fueron «sensacionales», con un crecimiento del 15%, un dato que le permite adelantar que «el bolsillo del alemán está muy lleno, y solamente está esperando a que las empresas se vean forzadas a rebajar sus precios para encontrar la mejor oferta», observa.

Claro, que el representante de la mayor parte de las agencias alemanas advierte que las empresas españolas tendrán que tener cuidado con no entrar en una guerra de precios «ya que el alemán se acostumbra muy rápido a las ofertas».

Michel Blum está de acuerdo con el peligro de tirar por tierra las tarifas de los hoteles, aunque remarca que, frente a otros destinos, «España no es el más barato» y que el cliente germano «no está dispuesto a aceptar subidas de precios». Uno de los representantes más acreditados de la relación entre las empresas turísticas españolas -entre las que tienen gran peso las de Cádiz- es Manuel Butler Halter, consejero de la Oficina Española de Turismo en Berlín.

El analista también apoya las tesis de sus compañeros, ya que apunta a que el 80% de los alemanes van a viajar. A su juicio, la crisis «solamente está en la mente de los alemanes. Por cada parado, tres personas temen por su empleo» y las noticias de la caída en las ventas de vehículos no son positivas ya que uno de cada siete trabaja en la industria de la automoción.

42% reservado

Según los datos de su oficina, que se actualizan semanalmente, hasta febrero solamente se habían completado un 42% de las reservas para el verano. «¿Si se recuperará la demanda?, De momento, las vacaciones principales están estables, aunque los viajes cortos están a la baja», dice. Lo ve seguro, aunque considera que bajarán sustancialmente los gastos en oferta complementaria o en compras.

Ésta es una de las tendencias que aventura Butler Halter, aunque no la única. Según su discurso, la crisis financiera va a acelerar tres de las tendencias latentes en el mercado alemán. En primer lugar, bajarán las vacaciones familiares, que ya se han reducido drásticamente en este país en cinco millones entre 2003 y 2006.

Por otra parte, aumentará la demanda de los todo incluido y aumentará el porcentaje de viajes cortos (de entre dos y cuatro días), con lo que seguirá reduciéndose la cantidad de noches que cada turista pase en los hoteles durante sus vacaciones.

apaolaza@lavozdigital.es