Levantemos al Señor

Estamos llegando, casi sin darnos cuenta, al ecuador de la Cuaresma. Hoy es el segundo domingo de la misma, y la semana nos ha dejado el regalo de poder acercarnos, un año más, ante las plantas del Señor de las Tres Caídas. El primer Viernes de Marzo se ha convertido en toda una institución para el Jerez cofrade, gracias al tirón popular que tiene la bendita talla de Chaveli. Y si le agregamos un montaje espectacular por parte de la mayordomía, pues mayor expectación si cabe.

El Señor estaba postrado a las plantas de Nuestra Señora de los Dolores, que desde un magnífico altar montado en el altar mayor presidía la escena rodeada de la luz de las ceras que iba bajando lentamente debido a la cantidad de horas que el besapies se mantuvo abierto. El Señor mostraba este año una túnica brocada de color morado, mucho más clara que la habitual de terciopelo, que jugaba con los colores, también claros, con los que la hermandad había vestido a la dolorosa del Miércoles Santo.

Un acierto que se vio completado con el besapies dispuesto en San Juan de los Caballeros, donde el Señor de la Esperanza se mostraba grandioso presidiendo la nave principal de la iglesia jerezana. Todo ello, sin olvidar el maravilloso altar de cultos que la hermandad del Jueves Santo ha montado este año, y que se ha adaptado para que sirviera de perfecto pórtico al besapies del Cristo de la Esperanza.

Segundo domingo de Cuaresma, y poco a poco van llegando algunas de las advocaciones más esperadas. Devociones con tronío y empaque, que van acumulándose a las que ya han tenido su ceremonia de besamanos o besapies. Es domingo de funciones principales de instituto, como la que tendrá el Santo Crucifijo a las doce en San Miguel, o la de la Exaltación, media hora antes, en la parroquia de las Viñas.

Pero sobre todo, es domingo de besamanos. Día de emociones intensas a los pies de algunas de las imágenes con más tirón popular de nuestra Semana Mayor. Es hora de acercarse sin duda hasta la calle Arcos, donde Nuestra Señora de la Paz en su Mayor Aflicción nos espera reinando en el presbiterio de la Capilla de los Desamparados. Sin duda, uno de los besamanos más elegantes de cuantos puedan ofrecerse estas semanas, y que permite observar con detenimiento la belleza de la dolorosa de los ojos verdes, y la riqueza en bordados del manto de Esperanza Elena Caro, y de la saya de salida de la bendita talla, del siglo XVIII.

Pero también hay que acercarse hasta San Juan de Letrán, donde a Nuestra Señora del Traspaso se le han descubierto facciones hasta ahora desconocidas gracias a su nuevo vestidor. Es tiempo de ir a la Catedral para detenerse ante las dos imágenes de la cofradía del Perdón, y por supuesto ante la copatrona de la ciudad, Nuestra Señora del Socorro, vestida de manera magistral por Pedro Ramírez Pazos.

Por último, Salud y Esperanza nos espera en la parroquia de San Benito, en una buena oportunidad de ir conociendo esta belleza de dolorosa que pronto saldrá el Martes Santo en su paso de palio, y el Cristo de la Salvación hace lo propio dándose a conocer a los jerezanos. Una intensa jornada, que se completa acudiendo a la parroquia de San Pedro para ver a Nuestra Señora de Loreto, en uno de los besamanos más ascéticos y piadosos de cuantos se pueden admirar en la Cuaresma.