ELABORACIÓN. Los platos se clonan miles de veces con máxima calidad. / CRISTÓBAL
Jerez

La Escuela de Hostelería abrirá una fábrica de alimentos en el PTA

Invertirá nueve millones de euros para producir de forma industrial platos preparados que tienen como base la mejor cocina a través de un proceso que utiliza la más alta tecnología

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No pasa nada por comer alimentos preparados, sobre todo si la base del menú no son las típicas hamburguesas de las cadenas de comida rápida, sino una carne de carrillada bien guisada.

Ésa es la propuesta que hace la Escuela de Hostelería de Jerez, y es la base del nuevo proyecto empresarial que va a poner en marcha en breve con la apertura de una fábrica en el recinto del Parque Tecnológico Agroalimentario (PTA) de Jerez para producir platos preparados en los que la principal característica es que tendrán la misma calidad de las creaciones de los cocineros de este centro de formación.

El centro de producción que se empezará a construir en unos pocos meses en el PTA -y cuyo plazo de ejecución es de un año- es el desarrollo de una idea que se ha centrado en los parámetros de I+D+ i y en el uso de la más alta tecnología, y que hace ya tiempo que se gestó en el laboratorio de la Escuela de Hostelería de Jerez.

En estas instalaciones, cuatro cocineros, capitaneados por Pepe Rosales, y dos científicos probaron las posibilidades de la tecnología que había adquirido esta empresa y que se ha utilizado para conocer la composición de la estructura genética de cada guiso y cada ingrediente (hasta el último grano de sal), así como la mejor manera de conservarlos -pasteurización, etc.-, para obtener una especie de ficha técnica de todos ellos -que queda informatizada- y así «poder clonar los platos las veces que sea necesario sin que pierdan sus características organolépticas y sus aportes beneficiosos para la salud», explica el director gerente de la Escuela, Francisco Romero, que apunta que la intención es comercializar estos alimentos ya elaborados en todo el país y en el extranjero.

Estos alimentos de quinta gama se podrán producir en la nueva fábrica a un ritmo mínimo de 25.000 platos al día, una cifra que se puede multiplicar por tres si el centro produce a pleno rendimiento en tres turnos. El proceso está tan estudiado y se han tecnificado tanto todos los procesos que las garantías de calidad, la trazabilidad y el control alimentario están más que garantizados. De ahí que incluso se mejore la parte de la distribución, ya que cada pack que se elabore tendrá una caducidad de 60 días sin que sea necesario congelarlo -se conserva refrigerado-.

Para la puesta en marcha de este proyecto la Escuela de Hostelería va a invertir alrededor de nueve millones de euros que se han repartido en la compra del terreno en el parque agroindustrial, la elaboración del proyecto del centro de producción, la adquisición de la maquinaria cuyo uso se ha estado perfeccionando y adaptando a esta iniciativa, etc.

La inversión es cuantiosa porque las expectativas que genera este negocio son enormes para una empresa que, como recalca su director, siempre se ha caracterizado por «seguir creciendo y por convertir en hechos todo lo que estudiamos».

Para Romero, no hay límites a la hora de continuar con su apuesta por esta vía agroalimentaria que podrá crear algo más de 45 empleos directos en la fase industrial -a plena producción-, y que «generará también muchos puestos de trabajo indirectos en el transporte, la comercialización, etc.». Además, aún se puede crear más negocio con la producción de los recipientes en los que irá envasado cada plato, que la Escuela quiere desarrollar para no externalizar y que «todo el valor añadido se quede aquí».

Romero no oculta el entusiasmo que genera este proyecto que también supondrá un filón para el sector agrario, ya que todas las materias primas se producirán en la zona para que «los platos tengan el sabor de la tierra, nuestra idiosincracia».

«Ninguna Escuela de Hostelería ha dado un paso como el que vamos a dar nosotros», insiste el director, que destaca que en esta aventura empresarial «ha sido importante el apoyo de la Junta, que ha ayudado a financiarlo y que incluso ha colaborado con un gabinete técnico, así como el de las Cámaras de Comercio».

ppacheco@lavozdigital.es