La líder de Kadima, Tzipi Livni no ha llegado a un auerdo con el Likud de Netanyahu para formar gobierno. /Ap
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Livni da carpetazo a las negociaciones con Netanyahu

La dirigente de Kadima ha dado por terminadas las negociaciones con el designado primer ministro al negarse éste a garantizar la creación de un Estado palestino

JERUSALÉN Actualizado: Guardar
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La dirigente del partido centrista Kadima, Tzipi Livni, ha dado carpetazo a las negociaciones con el designado primer ministro y líder del Likud, Benjamín Netanyahu, al negarse éste a garantizar la creación de un Estado palestino en futuras iniciativas de paz. "La visión de dos estados (para dos pueblos) no es un mero eslogan. Unidad nacional no es meramente sentarse en el gobierno. Es (abrir) un camino en conjunto", ha dicho Livni al salir de la reunión con el jefe del Likud, con la que ha puesto fin definitivamente a los contactos políticos.

La de hoy ha sido la segunda entrevista que ambos han mantenido en los últimos cinco días, después de que el viernes pasado Netanyahu se hiciera con el mandato para formar el próximo gobierno de Israel, a pesar de haber sacado un diputado menos que su rival en las elecciones. Al igual que la primera, el encuentro de hoy ha terminado sin ningún resultado, hasta el punto que ha sido interrumpida cuando el jefe del Likud se ha negado a responder a una pregunta sobre si estará dispuesto a introducir la visión de dos estados en las bases del Gobierno.

Livni le había pedido un compromiso explícito para que en el programa apareciera que el Gobierno de Israel caminará hacia el cumplimiento de los objetivos fijados en la conferencia de Annapolis (EEUU), que se llevó a cabo en noviembre de 2007. "He venido a esta segunda entrevista a escuchar cual es su visión y cual es el camino correcto que él ve", ha dicho la aún ministra de Exteriores, que decidió terminar el encuentro al verse sin respuesta y asegurando que "no podremos estar en el gobierno de Netanyahu".

Para Netanyahu «las diferencias se podían superar»

Para el líder del Likud, que se ve definitivamente arrastrado a la formación de un gobierno con la extrema derecha y con los partidos ultraortodoxos, la responsable del fracaso fue su interlocutora, "en la que no encontró voluntad de unidad". En declaraciones a la prensa, el designado primer ministro ha asegurado que "estaba dispuesto a ir hacia ella", a hacerla "plenamente partícipe en la elaboración del programa de gobierno, a darle el mismo número de ministros que al Likud, dos de las tres carteras más importantes y avanzar en las negociaciones de paz". Netanyahu ha señalado que "las diferencias se podían superar, pero encontré en ella una rotunda negativa a la unidad nacional y a sentar juntos a los equipos negociadores"

El jefe del equipo negociador del Likud, Guideón Saar, ha señalado que Livni ha acudido a la cita "movida por intereses personales", porque ella misma habló de la necesidad de crear un gobierno de unidad nacional la noche que ganó los comicios el 10 de febrero. Saar la ha acusado de anteponer sus intereses políticos personales a los del Estado de Israel en momentos en los que éste afronta amenazas como el programa nuclear iraní y ha matizado que "en el programa de gobierno de Kadima (de 2006) no aparecen las palabras 'Estado palestino'. La exigencia de Livni en este tema sólo tenía el objetivo de impedir a Netanyahu formar un gobierno de derecha".

Ya antes de la reunión con Livni fuentes de los dos partidos habían advertido que sería "protocolaria" y que había pocas posibilidades de que de ella saliera un acuerdo. Según el Haaretz la entrevista respondía a que Netanyahu "quería demostrar que ha intentado todas las opciones para comprometerse con Livni con ofertas generosas y sin precedentes". Ello, cree el líder del Likud, volcará en su rival política toda la responsabilidad pública a la hora de tener que hacer concesiones a los partidos de extrema derecha y ultraortodoxos con los que a partir de mañana por la noche acelerará las negociaciones.