COSECHA. Un agricultor recolecta espárragos en la Sierra durante la campaña del año pasado. / LA VOZ
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El sector del espárrago teme que la lluvia del otoño haya arruinado la cosecha

Las fuertes precipitaciones podrían haber dañado la raíz de esta planta La campaña se retrasará un mes y medio por culpa de las bajas temperaturas

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Las bajas temperaturas que se están registrando este invierno han provocado que la campaña del espárrago de Alcalá del Valle haya sufrido un retraso con respecto a los anteriores años, más secas y cálidas. En concreto, cuando otros años se comenzaba a recolectar a finales de enero, esta temporada, de momento, no se comenzarán a recoger espárragos hasta mediados de marzo.

Las fuertes e intensas precipitaciones de este otoño e invierno han provocado que esta campaña, que aún no ha comenzado, sea una verdadera incógnita para los productores. Así lo confirma el gerente de la Cooperativa Los Europeos, Francisco Dorado, que entiende que «además nos enfrentamos a otra gran incógnita, ya que no sabemos cómo nos va a responder el mercado, por la situación de crisis que se vive».

La lluvia no tiene por qué perjudicar al espárrago, pero sí que podría haber dañado a la garra, por lo que «tendremos que esperar a que pasen unos días para valorar cómo podría ser la próxima campaña», destaca Dorado. Los espárragos pueden plantarse por semillas pero en la zona se utiliza la garra, que es la raíz, que se planta y produce espárragos durante diez campañas.

El gran enemigo de esta planta herbácea es el frío. Las bajas temperaturas de diciembre y enero han producido un notable retraso de casi un mes y medio para que se pueda recolectar. Los agricultores advierten de que sí sería letal una ola de frío, o una helada, durante los meses de marzo y abril.

Para entender el retraso en la producción hay que tener en cuenta que el espárrago, que se planta en lomos que se hacen en la tierra, puede crecer unos 15 centímetros en un solo día cuando el sol calienta lo suficiente. «Con este frío apenas crece un par de centímetros, «por lo que tarda una semana en crecer lo que antes podía hacer en un día», asevera el gerente de la cooperativa.

Ahora bien, la parte positiva de esta lluvia podría llegar de la mano de un calibre superior de los espárragos. Este calibre suele influir en el precio final del producto, que es algo muy fluctuante, dependiendo de las condiciones del mercado. En concreto, el precio suele oscilar entre 1,40 euros y los 2,50 euros el kilogramo.

Empleos

La campaña de 2008 supuso una producción de 1.300 toneladas de espárragos, que crearon unos 150 trabajos en la Cooperativa -para mujeres- y 350 empleos en el campo. Esta ayuda es algo fundamental para un municipio que se caracteriza porque sus vecinos suelen emigrar para ganarse la vida. Estos trabajadores se desplazan a las campañas de la uva francesa, la manzana belga y la aceituna cordobesa y jienense.

El 85% de la producción del espárrago alcalareño suele salir de España. A Italia y Francia se destinan el 50% de la producción. Inglaterra, Alemania y Suiza también reciben toneladas de esta planta.

Desde la Cooperativa se asegura que este sector hace años que se encuentra en crisis, por lo que se teme que este año la cosa se puede agravar. Para luchar contra la misma se ha trabajado en la línea de reducir los costes de producción, sin llegar al extremo que deje de ser atractivo para los agricultores.