LOGROS. Pepe Ángel dice que el Pópulo ha superado sus sueños. / NURIA
LA ENTREVISTA

« José Ángel González No estoy libre de nada, ni siquiera de pecado»

-¿Cómo sueña el Pópulo?

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-Lo sueño mucho y siempre se cumplen los sueños con creces. Es impredecible, pero siempre será un generador de ciudad.

-¿Prefiere un chalet de lujo o una Harley?

-Una harley, porque me la llevo a cualquier parte. Y me lleva. Siempre he tenido moto, aunque he sido un motero solidario, nunca he ido de excursiones y cosas de esas. Siempre he llevado motos chopper, entre otras cosas porque así me llegan los pies al suelo.

-No es tan bajito...

-La verdad es que no me he medido, pero estoy creciendo.

-¿Cuántas veces ha puesto sus barbas a remojar?

-Estoy siempre alerta. No estoy libre de nada, ni siquiera de pecado.

-¿Muchos vicios?

-Los que me puedo permitir, pero el vicio es lo que es malo porque te gusta y a mí me gustan todos.

-¿Qué sabe de Cádiz que no sabe nadie?

-Sé que alguien mató a alguien y le echaron la culpa a otro alguien. Yo conocía a esos dos alguien. Y eso tiene que ver con que de pequeño fuese a la playa en coche de caballos.

-Se explique, por favor.

-Un cochero se ofreció voluntario para recibir la pena de una persona muy importante. Como era muy mayor, no fue a la cárcel y le pidió a quién lo había hecho, seguir siendo cochero. Y se lo concedió, claro. Así que allí estaba, desocupado. Mi padre curó a la madre de este señor y nos ofreció los servicios del cochero, que nos llevaba todos los días a la playa en coche de caballos. A todos sitios.

-¿Se le puede considerar parte del mobiliario del Pay Pay?

-Sí. Sé que soy uno de los floreros con vida del Pay Pay porque allí se han cumplido muchos de mis sueños.

-Nunca ha sido político, pero casi ¿va a dar el salto?

-Soy muy salvaje. Hago lo que me da la gana y eso no casa con la política.

-¿Cuál es su casa soñada?

-La casa soñada y vivida es la de mispadres, un chalet en La Laguna, la vida aquella en los años 50, la casa sin puertas. Allí vuelvo cada vez que cierro los ojos.

apaolaza@lavozdigital.es