¿Cercados en San Miguel?

La previsión de obras en el barrio de San Miguel, donde se acaban de dejar atrás las correspondientes a la calle Barja recientemente peatonalizada, amenaza con cercar al templo parroquial. Próximas adjudicaciones para las que afectarán a las calles San Miguel, Santa Cecilia y Santa Clara dibujan ya, en la mente preocupada de los cofrades del Santo Crucifijo de la Salud, las dificultades con las que se pueden encontrar de cara a la salida de la Hermandad en la madrugada del próximo Viernes Santo.

Está en peligro que pueda marchar el sobrio cortejo de nazarenos de ruán negro por el itinerario novedoso de calle San Miguel. Pero peor aún que la posibilidad de tener que renunciar a ello es que se diera la coincidencia de esas obras con las que tendrán lugar también en las vías naturales de salida del barrio si aquella primera situación se diera finalmente.

Por ello ayer se produjo la prueba que permitió comprobar las muchas dificultades que ofrecería una insospechada alternativa: el callejón de los Santos o de los Muertos, como se le conoce popularmente. Los apenas cinco centímetros que el medidor láser ya había señalado en su día como margen de la parte más estrecha con respecto al ancho del paso de palio fueron ayer el centro de todas las miradas. Existe optimismo, pese a todo, y ya se confía en que no todas las obras comiencen antes de Semana Santa.

La calle San Miguel asistirá en breve a obras que impedirían a la Hermandad del Santo Crucifijo de la Salud realizar el nuevo itinerario que se proponían para este año, camino de la Carrera Oficial, por las calles Fate y Caballeros, la plaza del Arenal, la calle Corredera, la plaza Esteve y calles Santa María, Honda, Bizcocheros y Caracuel así como las plazas de San Andrés y Aladro, a las mismas puertas del Palquillo.

Y si la búsqueda más natural de opciones por medio de las cuáles salir del barrio, camino de la Catedral, son, por este orden, calle Santa Cecilia -adoptada hasta el año pasado- o la calle Santa Clara -por rebuscado que resultara luego acudir hacia Carrera Oficial- la mala noticia es que también estos dos viales pueden estar patas arriba durante la próxima Semana Santa.

Alternativas

Las dificultades con las que se encuentra la junta de gobierno que preside Luis Cruz de Sola, de cara a su estación de la madrugada del Viernes Santo, son tales que ayer se vio obligada a comprobar si la conocida estrechez de la calle Pavón -el popular callejón de los Santos que rodea la iglesia de San Miguel, entre Barja y Caballeros- queda en mero abrazo sugerente o se convierte, verdaderamente, en paso imposible.

Las obras en cuestión están adjudicadas o en vías de inmediata adjudicación aunque se desconoce cuando se pondrán en marcha impidiendo el tránsito por la zona. Menos aún se sabe, lógicamente, para cuando habrán finalizado. Y tales incertidumbres no hacen sino incrementar la alarma en el seno de tan emblemática cofradía que ya había anunciado al Consejo estas dificultades y las necesarias pruebas.

Son detalles que, en cualquier caso, han de ir resolviéndose por mor de los necesarios preparativos de la cofradía y ante un Pleno de Toma de Horas que tendrá lugar, dando horarios e itinerarios a todas las hermandades, el próximo 3 de marzo. Así, las pruebas no se han realizado hasta el día de ayer ante la necesidad de hacerlas ya con el techo de palio que debió ser enviado a arreglar tras la rotura de una de las pletinas que lo fijan a los varales.

Suma estrechez

Todo es preciso tener en cuenta cuando, como en el caso del callejón de los Santos, hay zonas que, medidas con láser por la propia cofradía, no ofrecen más de cinco centímetros de margen con respecto, por ejemplo, a la anchura del paso de palio de María Santísima de la Encarnación. Y la prueba de ayer, evidentemente, llamó poderosamente la atención, por razones obvias, a numerosos curiosos.

También la Carpintería Baja, en una tarde-noche completita, fue objeto, ayer sábado, de la oportuna presencia de los pasos del Santo Crucifijo y la Virgen de la Encarnación. En éste otro caso se trataba de comprobar la cabida de la cofradía por tan cofradiera calle ante la restitución de un balcón que había sido retirado. Sin ese saliente arquitectónico ya pasaban los pasos ajustados de espacio.

No parecía, sin embargo, al menos a priori, que se tratara de un obstáculo insalvable éste otro que, en la calle Carpintería Baja, era también objeto de prueba en la noche de ayer.

Buen humor, pese a todo

En el Santo Crucifijo están haciendo gala de un talante sorprendentemente positivo enmedio de las dificultades. Para muestra de buen humor, pese a todo, valga una afirmación de Luis Cruz de Sola, el hermano mayor: "El Ejército nos va a tener que dejar un par de helicópteros para poder sacare los pasos de San Miguel".

"Yo me supongo que todo esto se resolverá con buena voluntad -añade- pero, hasta ahora, lo que sabemos es que Santa Cecilia y Santa Clara, que son una misma obra, tienen que empezar antes del 15 de abril; si empiezan el 14, que es después de Semana Santa, no hay problemas, pero si lo hacen antes..." La Hermandad ha opta do por bajar por San Miguel y "el problema es que esa obra sí que parece que va a empezar y es muy complicado que esté a tiempo".

Pero es que, además, dos andamios lo agravan todo aún más en calle Caballeros, "sobre todo uno de ellos que es de doble cuerpo y que llega hasta la mitad de la calle". Otros años se ha publicado un bando que instaba a quitarlos por motivos de seguridad. Éste aún se está pendiente, sin embargo, de situaciones como la de los cofrades de San Miguel.