CUESTA ARRIBA. El ciclista vive un momento muy difícil. / EFE
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Certifican que la sangre de Valverde se hallaba en una de las bolsas incautadas

Los abogados tienen ahora dos semanas para preparar la defensa del ciclista murciano, que podría ser castigado hasta con dos años de suspensión

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Durante la declaración de Alejandro Valverde ante la Fiscalía Antidopaje del Comité Olímpico Nacional de Italia (CONI) se hablaron dos idiomas. El fiscal, Ettore Torri, utilizó un idioma sanguíneo: acusó directamente al ciclista de estar implicado en la Operación Puerto. «Podemos decir con certeza que la sangre de la bolsa número 18 es de Valverde ».

Esa bolsa estaba almacenada en los frigoríficos donde el médico Eufemiano Fuentes guardaba el material para las transfusiones. El otro idioma de la vista tuvo tono judicial y fue el pronunciado por el ciclista y sus abogados. Según el defensor de Valverde , Federico Cecconi, el deportista asegura que es «ajeno» a este caso y basa su defensa en que el CONI no tiene jurisdicción para investigar este caso.

Vino a ser algo así: el CONI insistía en que la prueba de ADN confirmaba que la bolsa número 18 era del corredor. Y Valverde, en boca de sus abogados, argumentaba que eso era imposible y no reconocía la validez del organismo italiano para juzgarle. José Rodríguez, otro de los letrados de Valverde, aseguró que no había visto ninguna prueba de las que dice tener el CONI contra el corredor. Por su parte, Torri acusó a los abogados del murciano de limitarse a responder sólo a las cuestiones relacionadas con la validez o no del proceso judicial. Torri habló del contenido, de la bolsa; los abogados de Valverde se centraron en la forma. Viciada, según ellos. El CONI ha dado 15 días a Valverde para que argumente jurídicamente la incapacidad del CONI para sancionarle.

La de ayer fue una etapa larga para Valverde. Disputada en la sede del Comité Olímpico Italiano, en Roma. Etapa de tribunales. Antes de entrar se encontró con varios policías enviados por la Fiscalía de Roma. Le comunicaron que también tiene abierta una investigación por fraude deportivo. Así le sucedió a Ivan Basso, otro de los implicados en la Operación Puerto.

Valverde podría ser condenado a dos años de prisión. Basso, que confesó ante el fiscal su tentativa de dopaje, redujo esa pena a ocho meses. Mientras se abría ese otro frente en la vía penal, el ciclista del Caisse d'Epargne entraba por una puerta trasera en la Fiscalía antidopaje del CONI.

Le acusan de violar el artículo 2.2 del Código de la Agencia Mundial Antidopaje y el 2.11 de las normas antidopaje italianas. El CONI dice que era cliente de Eufemiano Fuentes, el eje de la red de dopaje desarticulada en Madrid en mayo de 2006. La declaración duró unos 45 minutos. Valverde desapareció luego por la misma puerta trasera. Evitando la mirada de las cámaras. Mientras se resuelve su caso, puede seguir compitiendo. De hecho, este fin de semana estará en el Tour del Haut Var (Francia).

La explicación sobre lo sucedido dentro de la Fiscalía la dieron otros. A favor de Valverde habló José Rodríguez: «Las acusaciones del CONI son demasiado genéricas, ya que faltan el dónde, el cuándo y el cómo se produjeron el delito»».