La Casa Blanca interviene para evitar el embargo de seis millones de hipotecas

Primero tocó rescatar a los bancos, luego a los fabricantes de coches, después inyectar dinero para estimular la economía... Ayer, por fin, le llegó el turno a los que viven ahorcados por una hipoteca, la piedra angular de una crisis «que ha puesto a prueba el sueño americano y amenaza no sólo la estabilidad de nuestra economía sino también de nuestras familias y barrios», sentenció Barack Obama.

El ambicioso Plan de Estabilidad y Asequibilidad de la Vivienda que anunció ayer en Phoenix (Arizona), el estado con más embargos del país, invertirá 75.000 millones de dólares -60.000 millones de euros- para que los propietarios puedan refinanciar sus hipotecas. Por un lado, el Gobierno pagaría para que las cuotas supusieran un porcentaje más bajo de los ingresos familiares, y por el otro, ofrecerá incentivos a los prestamistas de hasta 1.000 dólares -790 euros- por cada modificación de la hipoteca.

La primera parte de este plan está destinada a ayudar a unos 4 ó 5 millones de personas que si bien están al día con sus pagos han perdido tanto patrimonio en ellas con la caída de los precios que sólo poseen el 20% o menos de su valor. Por ley, los bancos tenían prohibido refinanciar estas hipotecas, pero con el nuevo plan podrán hacerlo mientras no supere el 105% de su valor. Todo eso, a partir del 4 de marzo, o sea, en apenas dos semanas. La trampa está en que estos préstamos deben estar garantizados por Fannie Mae y Freddie Mac, lo que deja fuera a las llamadas hipotecas jumbo de más de 650.000 dólares -510.000 euros- que son las que predominan en las grandes ciudades.

Según el secretario de Vivienda, Shaun Donovan, las actuales proyecciones que se intentan cambiar son de seis millones de viviendas embargadas en los próximos tres años, lo que hundiría aún más los precios. «Estamos convencidos de que podemos evitar un buen número de esos embargos». Y además espera que la estabilización aumente el valor medio de las casas en 6.000 dólares -4.700 euros-, por lo que al final beneficiará a todos los propietarios, con o sin deudas.

Otro apartado estará dedicado a los morosos al borde de la bancarrota, y un tercero ampliará las garantías del Gobierno sobre los préstamos en manos de Freddie Mac y Fannie Mae, poniendo en su balance 200.000 millones de dólares -159.000 euros- para asegurar solvencia y liquidez.