El presidente de República Checa , Vaclav Klaus (i), y el presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Poettering, en la sesión formal del Parlamento. / Efe
POLÉMICA INTERVENCIÓN

El discurso euroescéptico del presidente checo provoca la protesta del Parlamento Europeo

Vaclav Klaus compara el sistema político de la UE y la "ausencia de oposición" a la integración europea con los regímenes totalitarios comunistas del siglo pasado

BRUSELAS Actualizado: Guardar
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"Aquí, sólo una alternativa es promovida y aquellos que se atreven a pensar en una opción diferente son etiquetados como enemigos", ha asegurado en pleno Parlamento Europeo el presidente checo, Vaclav Klaus, cuyo país ejerce este semestre la presidencia de turno de la UE. El controvertido político ha recordado que "no hace mucho tiempo, en parte de Europa vivimos en un sistema que no permitía alternativas ni oposición parlamentaria".

Klaus no ha dudado en comparar el sistema político de la UE y la "ausencia de oposición" a la integración europea con los regímenes totalitarios comunistas del siglo pasado. Acto seguido se han escuchado abucheos y muchos eurodiputados se han levantado de sus escaños y han abandonado la sala para expresar su indignación ante un discurso que se preveía polémico y que no ha defraudado. Incluso el presidente de la Eurocámara, Hans-Gert Pöttering, ha replicado al final a Klaus: "En un parlamento del pasado, probablemente usted no habría podido pronunciar este discurso".

El líder checo, jaleado por los parlamentarios euroescépticos, se ha opuesto a seguir profundizando en la integración europea y a dar más poderes al propio PE, tal y como prevé el Tratado de Lisboa. "Temo que los intentos de profundizar en la integración y llevar decisiones sobre las vidas de los ciudadanos de los Estados miembros al nivel europeo pueden poner en peligro todas las cosas positivas que Europa ha alcanzado en el último medio siglo", aseguraba.

La llegada de Klaus a Bruselas venía precedida ya de cierta polémica, tanto por los postulados que defiende el presidente checo en lo referente a la UE como por el incidente que protagonizó con una delegación de eurodiputados que visitaron Praga el pasado año.

Un antieuropeo en la sede de Europa

La reunión que mantuvieron entonces fue grabada sin el conocimiento de los parlamentarios europeos y posteriormente difundida con fragmentos de un acalorado debate entre el presidente y el líder de los Verdes en la Eurocámara, Daniel Cohn-Bendit, quien había regalado a Klaus una bandera europea, enseña que tradicionalmente se ha negado a hacer ondear en sus oficinas. En esta ocasión Klaus ha tenido que hablar en Bruselas rodeado de símbolos europeos y se ha puesto en pie para escuchar el himno de la Unión, pero no ha dejado de criticar la forma en la que se desarrolla el proyecto comunitario.

En varias ocasiones ha insistido en la necesidad de impulsar un "debate libre" sobre la idea de la integración europea y ha atacado el "dogma no criticable" que, a su juicio, se da en Bruselas respecto a la necesidad de seguir avanzando hacia una Europa más unida. "¿Están ustedes seguros en cada votación, al decidir cualquier asunto, de que éste es el ámbito más justo y de que no lo sería uno más próximo a la ciudadanos?", espetaba a los eurodiputados. En su opinión, al no existir una "nación europea", la distancia entre los ciudadanos y las instituciones seguirá aumentando con las reformas que, por ejemplo, dan más poder al Parlamento Europeo.

En una conferencia de prensa posterior, Klaus ha ido aún más lejos y ha asegurado que la Eurocámara carece de "autenticidad", por lo que muchas de las decisiones que toman el PE y otras instituciones europeas deberían retornar a los Estados miembros. También ha insistido en su escepticismo acerca del euro y su valor como escudo ante la crisis financiera y económica. Klaus ha eludido decir si firmará la ratificación del Tratado de Lisboa (del que es un gran crítico) en caso de que el Senado de su país vote a favor, y lo ha justificado diciendo que "los jugadores de ajedrez no anuncian sus movimientos".

La cita con la prensa de Klaus también ha generado polémica, ya que ha roto con la tradición de celebrarla dentro del PE y ha preferido llevarla a la representación checa ante la Unión Europea pese a algunos problemas logísticos, lo que ha originado una nota de protesta de la Asociación de la Prensa Internacional de Bruselas.

Cohn-Bendit, el líder verde, ha sido el primero en responder con un comunicado al discurso de Klaus en la Eurocámara, al que considera "digno de Carnaval" y con una "visión manipulada y falsa de la realidad europea". "¿Cómo se pueden comparar los métodos de trabajo y de toma de decisiones de la UE con los de la antigua Unión Soviética?", se ha preguntado el diputado alemán.