MAYORÍA POTENTE. El portavoz del PP, David Pérez, y el presidente de la comisión, Benjamín Martín, con otros diputados populares. / EFE
ESPAÑA

El PP ejerce un férreo control sobre la comisión que investiga el espionaje

Los populares no cierran la puerta a que comparezca Mariano Rajoy, como pidió ayer Izquierda Unida

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La comisión de investigación de la Asamblea de Madrid sobre la presunta trama de espionaje echó a andar ayer en medio de grandes tensiones. El PP se reservó la presidencia y estrechó su control sobre el calendario, método y trabajos de investigación que, según los plazos previstos, podrían limitarse a cuatro días de sesiones. Además, los populares dejaron en suspenso la puesta en marcha de las investigaciones al retrasar sus solicitudes de comparecencias.

El portavoz del Grupo Popular, David Pérez, no pudo explicar cuándo cumplirá este trámite y tampoco se comprometió a renunciar a vetar las solicitudes de la oposición. Izquierda Unida pidió que declare la presidenta autonómica, Esperanza Aguirre, e incluyó en su listado al líder del PP.

Mariano Rajoy ya adelantó el jueves que acudirá a la Asamblea si le llama la comisión, aunque no cree que tenga relación alguna con los hechos investigados. Pero el portavoz del grupo mayoritario no cerró la puerta a esta posibilidad. «Tendremos que ver si corresponde (aceptarla) o no cuando presenten las comparecencias todos los grupos», dijo el diputado popular, quien dejó así muy claro que no empezarán a trabajar hasta que el PP elabore su listado. En todo caso, anunció que sólo permitirán las comparecencias «que no aporten confusión» y dijo que irán a la Asamblea «todos los que tengan algo que aportar al objeto de la comisión».

«Luz y taquígrafos» anunció Esperanza Aguirre para la investigación de la supuesta trama de espionaje. La comisión cumplirá ese requisito porque ayer se acordó que sus trabajos sean públicos. Gracias a la retransmisión de la primera sesión -que los periodistas siguen en salas contiguas a la de la comisión- se pudo conocer la actitud de su presidente, el popular Benjamín Martín Vasco, que pretende llevar con mano de hierro los debates.

El órgano investigador está integrado por cinco diputados del PP, tres del PSOE y la diputada de IU, Inés Sabanés. El PP eligió al presidente y rechazó la pretensión de la oposición de nombrar a Sabanés.

Plazos exiguos

En principio, IU y PSOE confían en que los populares permitan volver a preguntar a los comparecientes y también la posibilidad de una segunda ronda de citaciones. Además, esperan que el grupo mayoritario cumpla sus compromisos y apruebe una prórroga para los trabajos. «Lo contrario sería un escándalo», dijo la portavoz de IU.

Los plazos son exiguos y, en todo caso, están condicionados a la buena voluntad de los populares. Porque, según el acuerdo de la Mesa de la Cámara, los trabajos deberán concluir el 28 de febrero pero, como la última semana del mes es inhábil para el Parlamento autonómico, el tiempo se agota el viernes 20.

El PP impuso el horario laboral y estableció que la comisión trabajará lunes y miércoles en sesiones de mañana y tarde, mientras que los viernes sólo se reunirá hasta el mediodía. Ayer se abrieron los plazos para que los grupos formulen sus demandas de documentación y comparecencias, que se cerrarán el miércoles 11 y el 16, respectivamente.

Si los populares agotan los tiempos y no presentan su lista hasta el último día, la comisión no podrá empezar a trabajar hasta el 16 y tendrá que concluir sus trabajos el 20. Sin embargo, el portavoz del PP aseguró que no se opondrán a establecer una prórroga si lo consideran necesario. «Nosotros no tenemos inconveniente», dijo. «Si es preciso alargar el plazo se alargará». De no ser así, la comisión se limitaría a trabajar dos jornadas completas y dos sesiones de mañana.