CRÍTICA DE TV

Acusados

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elecinco ha estrenado esta semana Acusados, una serie de Ida y Vuelta (no, es que la productora se llama así) que sigue el camino del thriller psicológico y que protagonizan, entre otros, Blanca Portillo, José Coronado y Silvia Abascal. Acusados viene con polémica: se parece demasiado a Damages -en español, Daños y perjuicios-, una serie americana que protagoniza Glenn Close, de manera que las imputaciones de plagio no se han hecho esperar. Yo no sé si llega a plagio; tendría que ver las dos series enteras y no he podido hacerlo. Es verdad que sus respectivos planteamientos son, si no gemelos, sí primos hermanos, pero, por otro lado, en la industria televisiva eso es muy común. En todo caso, huyamos de ese zarzal y centrémonos en el producto: una historia bien fabricada, con medios, quizá con interpretaciones demasiado sobrecargadas y concebida con el fin transparente de apasionar al espectador con tramas de aire extremoso, entre corrupciones, luchas ciegas de poder, crímenes y tal. El problema que yo le he visto a este primer capítulo es que, con frecuencia, no entendía qué estaba pasando, porque el relato nos llevaba una y otra vez de la intriga central al rapto de Silvia Abascal. Aquí hay un problema narrativo importante, creo yo. El recurso delflash-back, por definición, tiene límites: es un viaje temporal que se puede hacer una vez, pero no permanentemente, porque entonces uno se hace un lío. Si en lugar de un flash-back se opta por situar en paralelo dos relatos en tiempos distintos -véase, por ejemplo, el magistral uso del recurso en El Padrino II-, entonces hay que procurar que, previamente, el espectador conozca la historia, porque así la superposición de dos discursos se atiene a un único contexto y el relato no pierde claridad. Pues bien, Acusados opta por una solución que se sale de estas normas y el resultado es, a mi juicio, un carajal de agárrate y no te menees. Como flash-back, las escenas del rapto de la protagonista resultan demasiado recurrentes, aparecen demasiadas veces. Más bien da la impresión de que Acusados acude una y otra vez a esas imágenes para recargar la historia con escenas traumáticas, para impactar. En materia de audiencia, este estreno obtuvo unos tres millones de espectadores, una cuota del 16,2%.