ALERTA. El caudal del Nervión estuvo a punto de desbordarse, en la imagen, a su paso por el centro de la ciudad. / MAITE BARTOLOMÉ
ESPAÑA

Las lluvias desbordan varios ríos en el País Vasco y ponen en jaque a Bilbao

Las autoridades desalojaron colegios, mercados y comercios en las márgenes de la ría del Nervión

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Las fuertes lluvias caídas en las últimas horas en la cornisa cantábrica desbordaron varios ríos en las comunidades del norte. Cantabria y el País Vasco se llevaron ayer la peor parte y sobre Bilbao planeó de nuevo la sombra de las gravísimas inundaciones de 1983. Esta vez, sin embargo, el nivel de la ría se quedó a un metro del desbordamiento, coincidiendo con la pleamar a media tarde.

Las autoridades adoptaron, en todo caso, severas medidas de prevención, que incluyeron el desalojo de centros educativos, polideportivos y mercados. Asimismo, fueron cortadas carreteras, en algunos casos como medida de precaución y en otros por desprendimientos. La rápida intervención de las instituciones contribuyó, seguramente, a amortiguar las consecuencias de la adversa climatología.

La previsión de precipitaciones de hasta 60 litros por metro cuadrado activó los protocolos de emergencia desde primera hora de la mañana. A medida que avanzaba el día y se agravaba la situación, con los primeros desbordamientos, se ordenó la retirada de vehículos en las riberas de los ríos y el desalojo de bajos y garajes susceptibles de inundarse.

La situación más crítica se dio en Vizcaya, donde 21 centros escolares de Bilbao y municipios cercanos suspendieron las clases. El Ayuntamiento instó a los padres de zonas bajo riesgo a recoger a los escolares a primera hora de la tarde, recomendó la retirada de coches estacionados junto a la ría, desalojó el mercado de la Ribera e instó a los comerciantes a cerrar los establecimientos en el Casco Viejo y Atxuri. Los barrios de La Peña y Recalde fueron los más afectados, con bajos y garajes anegados y vías cortadas por grandes balsas de agua que impidieron por momentos el tráfico rodado.

La rápida crecida de los ríos obligó a desalojar Mercabilbao, así como varias empresas de Basauri y Arrigorriga, cercanas a las márgenes del Nervión. La autopista que une Bilbao con Cantabria se convirtió, a su vez, en una trampa que atrapó a cientos de conductores que toparon con una balsa que cubría sus seis carriles a la altura del barrio de Zorroza y con un desprendimiento en el de Abanto.

También en la comunidad de Cantabria vivieron con la vista puesta en varios de los ríos de la región, desbordados por las fuertes lluvias de los últimos días y sobrecargados por el deshielo de la nieve caída a lo largo del mes. La zona oriental de la región, y en especial la localidad de Castro Urdiales, registró los peores daños por el desbordamiento a su paso de los ríos Brazomar y Ostende.