'CERRADO POR DEFUNCIÓN'. Una de sus empresas, ubicada en la carretera de Ronda
ANDALUCÍA

Hallan maniatado el cadáver de un empresario de Marbella secuestrado

Fernando Moreno, de 76 años, desapareció el miércoles y los captores pidieron un millón de euros a la familia

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La Policía Nacional investiga la muerte en extrañas circunstancias de Fernando Moreno Espada, un empresario de San Pedro Alcántara cuyo cadáver fue encontrado ayer en una caseta de la carretera de Istán un día después de ser secuestrado. El cuerpo, localizado a mediodía, estaba maniatado y sin aparentes signos externos de violencia, según informaron fuentes policiales de la investigación.

La familia, muy conocida en la localidad donde mantenían varios negocios relacionados con el sector inmobiliario y de la construcción, denunció su desaparición la mañana del miércoles, según informó ayer el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón. La denuncia se produjo después de que el hombre, de 76 años, no regresara de su visita diaria a la planta de cemento y al campo de aguacates, ambos de su propiedad. Los dos se encuentran situados frente al lugar donde encontraron su cuerpo, un paraje conocido como Arroyo Montero, dentro del término municipal de Marbella.

La última persona que lo vio con vida, exceptuando a sus captores, fue un conductor de la cementera. Según relató el testigo, el empresario visitó a primera hora las instalaciones como era habitual en él desde hacía años y minutos más tarde se dirigió por un camino asfaltado hacia la finca anexa de su propiedad junto a la comunidad terapéutica para drogodependientes Hacienda de Toros.

Llamadas

La familia empezó a recibir llamadas de los secuestradores a partir de las 9.45 horas del miércoles. Cuatro en total. En la primera de ellas exigieron un millón de euros como rescate. En la última, en torno a las tres de la tarde, los captores informaron de la muerte del empresario y del lugar donde sus hijos podían localizar el cadáver aunque con las coordenadas equivocadas, lo que prolongó un día la búsqueda. El hombre al otro lado del auricular tenía acento sudamericano. Es la única información junto al paradero que pudieron aportar a la policía. La familia no daba crédito. El primer paso de la policía, tras conocer la denuncia interpuesta por los hijos del empresario fue investigar las cuentas corrientes del secuestrado por si se hubiese producido algún movimiento de dinero. A las tres del día siguiente, cuando se conoció la noticia de su muerte por parte de los propios secuestradores, la familia y la policía inició una búsqueda contrarreloj del cuerpo que se prolongó bien avanzada la noche. La noticia corrió entonces como la pólvora por San Pedro.

No fue hasta el mediodía de ayer cuando los agentes localizaron el cadáver del empresario en el interior de una caseta de reducidas dimensiones, en el paraje cercano a la autopista. Los agentes cortaron el paso de acceso al lugar del crimen y acordonó la zona. Durante varias horas la Policía Científica realizó las mediciones oportunas del terreno y recogió todos los indicios que pudieran arrojar algo de luz a la muerte del empresario sampedreño. Paradoja dramática, el cadáver estaba en el paraje donde se crió de pequeño.

Autopsia

El juez de guardia procedió al levantamiento del cadáver. A las 18.15 horas, y con una lluvia cada vez más intensa, el coche fúnebre abandonó el lugar seguido por varias patrullas de la Policía Nacional y algunos vecinos y empleados que aguardaban a pie de carretera para tener más información de la desgraciada muerte.