Comer con buenas maneras

Se ha comido y se bebido a rienda suelta en estas recién acabadas fiestas. Ahora toca intentar que el cinturón pueda bajar un par de agujeros. Sorpresas cuando se vuelve a rescatar el traje y se observa como ha encogido ¿O quizá hemos sido nosotros los que hemos engordado?

El caso es que es tiempo de dietas, de pescados a la plancha y de frutas por la noche. Para saber un poco más de cómo lo llevan los jerezanos a la hora de perder algo de peso, nos acercamos a la tienda de Natur House en la calle Corredera. «Este año se está caracterizando por tener muy pocas personas en la tienda», nos explica una de las dependientas del establecimiento. El caso no es que se haya comido poco. Afirma nuestra dependienta que «más bien es que la gente, con la crisis, prefiere ponerse a dieta a su manera y con eso se ahorran los productos que tenemos en la tienda».

El caso es que muchas veces lo que encontramos en este tipo de establecimientos no es una dieta más o menos sana, sino más bien una buena orientación de normas más sanas para comer. «Muchas personas engordan, sobre todo, porque tienen poco tiempo para cocinar. Y ya se sabe se llega a casa y se come cualquier cosa», comenta nuestra asesora. Así que lo que se aconseja es que tengamos criterio a la hora de nutrirnos.

Ya se sabe lo que dijo el escritor Juan Filloy: «comer la mitad, masticar el doble, caminar el triple y reír el cuádruple». Pues más o menos. Menos grasas, más verduras, cenas nada copiosas, algún producto que nos ayude a perder líquidos y, si se puede, algo de deporte.

No existen fórmulas mágicas. Después del exceso no hay más remedio que traer la sobriedad a la mesa. Sólo de esta manera se podrá lograr que el traje que nos colocamos no encoja o que el cinturón vuelva a su agujero de origen un mes antes de que acabara el año.