Los vándalos destrozan las vallas del tren de El Tejar

Los vecinos lo advirtieron hace tres meses y al final, sus temores se han convertido en realidad. Los vándalos han roto las vallas metálicas que separan la barriada de El Tejar de las vías del tren.

El presidente de la asociación de vecinos, Fernando Navarro Bruna, lleva meses reclamando al Ayuntamiento que mejore las medidas de seguridad en la zona, ya que teme que «cualquier día se produzca una desgracia».

Los vecinos aseguran que los jóvenes, «sin tener en cuenta el peligro que supone», han roto las vallas para pasar al otro lado de la vía sin necesidad de tener que llegar a la estación de trenes o dar la vuelta por el polígono industrial. «No sé si lo hacen por comodidad o por mostrar su valentía, pero es una auténtica locura y un día se va a producir una desgracia», comentó ayer una vecina que desde su ventana observa perfectamente el paso de los trenes y «las gamberradas de los jóvenes y no tan jóvenes». Además, la vecina aseguró que «no atienden a las advertencias de los mayores». De hecho, declaró que las veces que ha llamado la atención a los vándalos que estaban cruzando las vías, únicamente ha recibido insultos.

Además, los vecinos insisten en que el ruido que produce las vallas metálicas cuando pasan los trenes es «insoportable». Llevan «toda la vida conviviendo con el ruido de los trenes», pero aseguran que desde que Adif instaló las vallas metálicas el ruido «se ha multiplicado por diez», según Fernando Navarro. Por ello, llevan meses solicitando al Consistorio que medie con el Ministerio de Fomento para que se instalen pantallas acústicas como las que se han instalado en Valdelagrana. Con ello, entienden que «se mejoraría la seguridad y se reduciría el molesto ruido».

Por su parte, el edil de Participación Ciudadana, Alfonso Candón, aseguró ayer que ya han solicitado al Ministerio de Fomento que realice las obras pertinentes para instalar las pantallas acústicas. El concejal explicó que el anterior equipo de Gobierno tendría que haber solicitado a Adif las mejoras que se hubieran considerado oportunas debido a las obras de desdoble de la vía, pero «nadie movió un dedo». Por ello, el equipo de Gobierno ha tenido que acogerse a alegaciones de urgencias.