CONFLICTO. Un barco cerca del Peñón de Gibraltar. / LA VOZ
CAMPO DE GIBRALTAR

Ecologistas denuncia que el Peñón emplea doce millas del Mar de Alborán para la práctica de 'bunkering'

El colectivo pedirá la dimisión de Magdalena Álvarez por su «innación» y considera su actitud como «antiespañola»

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Ecologistas en Acción anunció ayer que exigirá la dimisión de la Ministra de Fomento, Magdalena Alvarez (PSOE), a la califican de «antiespañola» por entender que, con su «inacción», está «cediendo descaradamente a Gibraltar más de 12 millas del Mar de Alborán para que practique su negocio del bunkering»

Además, plantean remitir una carta al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, exponiendo las consecuencias de la «mala gestión» de la ministra, que «no defiende los intereses de España» y a la que consideran «responsable» de la cesión de aguas a Gibraltar mientras «se pone en peligro el medio ambiente, por la ausencia de control y vigilancia, y la economía de millones de personas en la Costa del Sol» debido al «alto riesgo de que pudiera a producirse un accidente de las características del Prestige en la zona».

'Bunkering'

Muñoz expuso que, tras las conversaciones de Córdoba de 2006 entre los gobiernos de España, Reino Unido y Gibraltar sólo operaba haciendo bunkering en la zona la gasolinera flotante Vemabaltic, de la compañía Vemaoil, frente a las tres que operan en la actualidad: Vemabaltic, el buque Leader de la compañía Aegean y el Europa Venture, de la compañía Bunkers Gibraltar.

En este punto, recordó que Gibraltar defiende que, en virtud del Convenio de Ginebra, posee soberanía en 1,5 millas de la Bahía de Algeciras, en tres millas al Este y otras tres al Sur, donde «hasta ahora no ha entrado ningún barco de Salvamento Marítimo ni de Fomento para regular el tráfico marítimo ni llevar a cabo las revisiones de buques y las medidas que establece el Memorandum de París».

«Nunca hemos querido entrar en la cuestión política de las aguas», dijo, sin embargo, «se ha estresado tanto ese espacio con embarcaciones a la espera de hacer bunkering que han comenzado a ocupar otros espacios» y eso «no se puede consentir».

Según dijo, tras los incidentes del Samothraki, del New Flame y del Fedra, los ecologistas comenzaron a investigar el tráfico marítimo en la zona del Estrecho, llevándose la sorpresa de que «como tienen tan saturada la zona de fondeo, los buques que vienen navegando por el Estrecho para obtener combustible hacen llamada a Gibraltar y, si no hay espacio, esperan fondeados frente a la costa malagueña, de Sotogrande, etc».

En este sentido, hizo alusión al Ropax 1, que antes de colisionar con la mono boya de la Refinería de Cepsa, «estuvo fondeado sin permiso frente a la costa de Málaga» y «también se descubrió que llevaba un tanque ilegal con 40 toneladas de combustible y 60 deficiencias». En Gibraltar «no se están haciendo las revisiones del 25» de los buques que marca la ley», insistió.