EN LIBERTAD. El periodista británico Colin Freeman (izq.) y el fotógrafo José Cendón, en el aeropuerto de Bossaso. / REUTERS
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La familia de José Cendón cree que el Gobierno negoció con sus captores

Exteriores niega haber pagado ningún rescate por el fotógrafo español, que fue liberado ayer tras permanecer secuestrado en Somalia desde el pasado 26 de noviembre

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La hermana de José Cendón, el fotógrafo liberado ayer en Somalia, cree que «se llegó a un acuerdo con los secuestradores», aunque aseguró que no tiene noticia de la presentación de ninguna demanda económica. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha negado haber pagado rescate alguno, limitando su actuación en este caso a la realización de gestiones políticas con las autoridades locales. Sin embargo, según algunas fuentes, el fin del secuestro tuvo lugar tras la culminación de una negociación efectuada por dos diplomáticos, uno español y otro británico, desplazados hasta Puntlandia, la región donde se produjo su desaparición el pasado 26 de noviembre. Nicolás Martín Cinto, embajador en Kenia y responsable del feliz desenlace en el secuestro de dos cooperantes de Médicos Sin Fronteras, llegó la pasada semana a Bossaso, la capital de la provincia autónoma, y ha acompañado al informador hasta Nairobi desde donde será repatriado. Junto al 'freelance' se encontraba Colin Freeman, el periodista inglés con el que preparaba un reportaje para 'The Daily Telegraph' sobre la piratería en las costas somalíes. El medio de comunicación británico y una célula diplomática formada por representantes de los gobiernos inglés y español han dirigido las conversaciones con las milicias que los retenían. Las autoridades de Puntlandia afirman que, tras rechazar la escolta oficial, los periodistas contrataron a los guardaespaldas sugeridos por sus traductores y, al parecer, responsables de su desaparición. Ambos fueron raptados cuando se dirigían al aeropuerto de la ciudad, desde donde pensaban partir en un vuelo rumbo a Etiopía, tal y como declaró Liban Said Omar, el conductor del vehículo que los trasladaba.

Hijo de emigrantes gallegos que regresaron a Santiago de Compostela cuando él tan sólo contaba tres años, José Cendón ha cursado estudios de periodismo, fotografía y dirección cinematográfica. Tras dedicarse al reporterismo gráfico en Latinoamérica se trasladó a África para cubrir conflictos como el de Darfur y Grandes Lagos, donde permaneció durante dos años. Radicado en Addis Abeba, ha recibido el World Press Photo y una mención en el Leica Oskar Barnack, entre otros galardones, y colabora habitualmente con la Agencia France Press y varios medios españoles.

Su hermana Julia, convertida en portavoz de la familia, partió ayer hacia Kenia para reunirse con el fotógrafo. Tal y como le indicó Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores, el fotógrafo «se encuentra perfectamente y de buen humor, con la moral alta y psicológicamente fuerte». En declaraciones en el aeropuerto, donde se disponía a embarcar rumbo a Nairobi, señaló que sus padres aún no se lo creen y que quieren escuchar la voz de Cendón.

«Terco como una mula»

«Todavía no hemos hablado con él, quiero hacerlo cara a cara para que me cuente todos los detalles», indicó. La reunión está prevista para mañana y, aunque existe la posibilidad de una vuelta inmediata, el periodista manifestó su intención de volver a Etiopía para recoger sus pertenencias. Julia indicó que no confía en cambiar esta determinación «porque es terco como una mula».

Moratinos también manifestó ayer su alegría por la «excelente noticia». El responsable de la diplomacia española adujo que se había producido una acción «complementaria, concertada y coordinada» entre su oficina y el diario británico. También agradeció el comportamiento de las autoridades somalíes, tanto del presidente de Puntlandia como del ministro del Interior, porque «sin su ayuda la última fase de la negociación y de la conclusión de la entrega no se hubiera podido llevar a cabo». No obstante, cuando se dio a conocer el secuestro, el Gobierno nativo achacó el secuestro al comportamiento de los periodistas y alegó que habían rechazado la protección de las autoridades para sus desplazamientos.