Cultura

Barenboim dará el protagonismo a Oriente en el tradicional Concierto de Año Nuevo

El músico reivindica el «poder pacificador» de las artes, «ahora más que nunca»

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A sus 66 años, el prestigioso maestro Daniel Barenboim iniciará el año 2009 con un debut, pues por primera vez dirigirá el célebre Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, con un programa en el que destacan Joseph Haydn y Oriente Medio.

Así lo explicó ayer en Viena el presidente de los filarmónicos vieneses, Clemens Hellsberg, en una rueda de prensa donde, junto a Barenboim, presentó el programa de este concierto, que desde la Sala Dorada del Musikverein de la capital austríaca se televisará el próximo jueves a 71 países. «Naturalmente que con Barenboim tenemos un socio ideal. Hace 20 años que trabajamos juntos», dijo Hellsberg al justificar la razón por la cual la orquesta, organizada de forma democrática y sin un director fijo, eligió esta vez al maestro argentino-israelí-español, que posee además pasaporte palestino y que criticó duramente la intervención en Gaza. «Ahora, más que nunca, se hace necesario reivindicar el papel pacificador de la música y de las artes», recalcó.

Barenboim, además, se mostró «impresionado» por la actitud «abierta» y la disponibilidad mental que encontró ayer en los filarmónicos, en su primer ensayo de este concierto. Al programa «hemos tratado de darle una dramaturgia, porque es un programa con muchas piezas cortas, 19 títulos, y si no hay una dramaturgia del programa es simplemente una colección de propinas. Este año no lo es», precisó Barenboim en declaraciones a Efe.

«Hay una idea muy clara de cómo está construido el programa, con obras más grandes y otras más pequeñas», con tres piezas de la opereta El Barón Gitano, que se estrenó también en Berlín.

Estas piezas dan al concierto «una pequeña unidad, una pequeña sinfonía», añadió el músico, que se mostró además emocionado de que los filarmónicos hayan incluido obras que reflejan algunas estaciones biográficas de su vida.

Es el caso, entre otros, «del Vals Español, que nunca lo han tocado ellos, ni yo tampoco. Es una pequeña joyita de (Joseph) Hellmesberger (1855-1907), y ahí van a poder ver exactamente la diferencia entre el ritmo del vals vienés y el vals latino», dijo. Junto a las novedades, el público volverá a gozar de obras habituales en esta cita.