«Este año hemos vuelto a nuestros orígenes humildes y nos está dando resultado»

Una larga charla. Distendida, lo que permite la bonanza del momento actual. Antonio Muñoz analiza el «terrible» año que llega a su ocaso. Reflexiona sobre la situación deportiva y económica del club. Critica a aquellos que le ponen piedras en el camino, y elogia la actual labor de los dirigentes cadistas, sacando a flote un submarino hundido.

-Termina un año complicado.

-Sobre todo con un semestre desastroso, porque empezamos perdiendo el primer partido con el Málaga y acabó con el descenso. Pero en el segundo semestre todo ha salido casi perfecto, con un final de año muy bueno.

-¿Qué ha aprendido de tantos duros momentos?

-Que las cosas hay que hacerlas bien desde el principio. La temporada pasada se completó una plantilla muy descompensada, tanto en el aspecto deportivo como en el presupuestario, con contratos desorbitados. Y arreglar eso en el mercado de invierno ya no fue posible. Y también nos queda otra lección, para todos: no por derrochar y fichar jugadores de renombre se logra el éxito. Por fortuna hemos vuelto a nuestros orígenes humildes y nos da resultado.

-¿A qué se refiere con lo de los orígenes?

-Pues que ponemos en práctica esa manera de conseguir las cosas a base de mucho trabajo y analizando toda decisión con cuidado. También cuidando mucho el vestuario, mirando al jugador como persona y no sólo como profesional. Era lo que hacíamos anteriormente y se olvidó.

Responsables

-Gran parte de culpa se la reparten entre Peguero y Gracia.

-Julio sabe mucho de fútbol, y sin duda otro técnico no habría sacado el rendimiento a esta plantilla que le está sacando Gracia.

-¿El vestuario se fue de las manos el año pasado?

-Siempre es importante el grupo humano, porque hay gente que da problemas y eso trae consecuencias. Todas las empresas se cuidan mucho a la hora de seleccionar al personal.

-Y mira que en la campaña anterior dio varios toques de atención a la plantilla.

-No bajé tanto al vestuario como se piensan, sólo en los momentos críticos, como con el cese de Calderón y un par de veces más. Hay que bajar lo justo. El que tiene que hablar con ellos y guiarlos por el buen camino es el entrenador. Pero hay personas que para justificar su fracaso se inventan cosas. Otro tema es que yo tenga algo de amistad con jugadores que llevan más tiempo y hable con ellos.

-Eso es un ataque directo a Antonio Calderón, que le acusó de tener mimados a los futbolistas.

-Yo sólo hablé de cumplir lo pactado. Les prometí que no tendrían problemas (de cobro). Si a eso se le llama mimar, creo que es un error. Y cuando sale Antonio, les digo a los jugadores que yo estoy cumpliendo y ellos no. Un entrenador debe ser también un psicólogo, y él tendría que haberle dejado las cosas más claras a futbolistas como Pavoni y Armando. Autorizó la salida de Lobos, pero ni siquiera intentó recuperar a Matías. Lo más complicado es llevar una plantilla, y espero que esos errores le sirvan para ser mejor técnico en el futuro.

-¿Cuál ha sido el mejor y el peor momento del año?

-El peor día, sin duda, el del descenso en Alicante. El mejor, la situación actual. Podría ser mejor si nos hubiéramos ido de vacaciones con diez puntos, pero el partido del domingo empañó un poco esa alegría. De entre todas las jornadas, me quedo con el triunfo en El Ejido, en un día clave porque era el rival a batir.

La situación actual

-¿Le preocupa el bajón del equipo, que ha perdido frescura?

-No, es algo que le pasa a todos. Yo le temo a las vísperas de Navidad, porque los jugadores piensan en las vacaciones, sobre todo si son de fuera. Y eso pasa factura. Ha ocurrido lo mismo con los líderes de los demás grupos.

-Pero eso no es excusa.

-Ya, y mira que se les dice, pero pasa. El equipo se vio superior y se relajó. Luego se arrepienten.

-¿Ya tiene fecha la Junta General de Accionistas?

-Será a finales de enero o en febrero, ya se está terminando la Auditoría (que también hace David Páez).

-¿Y cómo es la situación financiera del club?

-Espero que nadie piense que nos sobra el dinero, no nadamos en la abundancia. Tuvimos que recomponer el presupuesto del año pasado y luego llegó el descenso. Ahora mismo lo tenemos todo cuadrado para no tener problemas a final de temporada, esperando que no ocurra ningún problema. Pero ya nos faltan 100.000 euros de ingresos por el fallido día del club, en parte por culpa de la campaña de los medios. Estas actitudes sólo perjudican a la entidad. Después se quejarán si no pagamos a los jugadores o empleados.

-¿No habrá déficit?

-Hicimos un presupuesto equilibrado y puede que no tengamos déficit si sale todo según lo previsto.

-¿Cuál es la diferencia de ingresos entre Segunda y Segunda B?

-Alrededor de cuatro millones y medio de euros, en concepto de taquilla, publicidad, ingresos de la LFP, quiniela y demás.

Futuro cadista

-¿Qué pasaría si al final no se consiguiera el ascenso esta temporada?

-Pues tendríamos que adaptar los gastos a los ingresos, porque si no acabaremos como la mayoría de clubes de Segunda B, que tienen unas deudas enormes.

-¿Qué esfuerzo hará el Cádiz en este mercado de invierno?

-El que nos pidan los técnicos. Peguero está trabajando pese a las vacaciones y sabe lo que necesita el equipo. Hay que tener en cuenta que todas las plazas de jugadores mayores de 23 años están ocupadas. La única solución sería pasar el contrato de Dani de profesional a aficionado y hacerle ficha para el B. Pero el mercado de invierno es complicado.

-¿Qué se mira?

-Futbolistas de Segunda División con nivel y que no estén jugando en sus respectivos clubes. Lo que pasa es que ellos esperan hasta que sus equipos hacen otro fichaje para cubrir su demarcación, y ahí es cuando se deciden.

-¿Pero es posible que no haya fichaje este invierno?

-Se está buscando, y si se encuentra vendrá. Me encantaron las palabras de Peguero en este medio. Vendrán jugadores para ser titulares, otra cosa es que eso dependa luego del entrenador. Pero no queremos reforzar el banquillo.

-¿Y podría haber alguna salida del equipo, otra despedida?

-En principio no debería. Hay que entender que algunos jugadores quieran marcharse porque tienen nivel para estar incluso en Segunda. Pero el entrenador tiene que dar el visto bueno, como pasó el último año con Lucas Lobos. Y si dice que no se puede ir, pues será que no.

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