Ayuda interesada

a decisión del Gobierno israelí de permitir la entrada en Gaza de un convoy de ayuda humanitaria resulta congruente con la disposición tanto a reforzar la mediación egipcia a fin de restablecer la tregua suspendida por Hamas hace una semana, como a abrir un período de tensa espera antes de adoptar medidas más beligerantes para reprimir los ataques con cohetes protagonizados por la facción palestina. Pero la indudable utilidad estratégica que tiene para los intereses hebreos la dosificación de la asistencia exterior a la castigada población de la Franja no justifica una política de asedio que presiona injustamente a unos ciudadanos sometidos a una situación crítica, sin lograr el objetivo de revolverlos contra el poder que ejerce Hamas. Resulta una falacia que la organización palestina intente eludir su intransferible responsabilidad en la crisis perpetua que sufre Gaza atribuyendo toda la culpa a Israel, mientras se jacta de su poderío entre los suyos.