Qué difícil es montar una pista de hielo en Cádiz

La alcaldesa y hasta seis concejales hicieron, durante la tarde de ayer, lo mismo que centenares de gaditanos durante los últimos días. Llegaron a la plaza de San Antonio, se asomaron con curiosidad al pequeño rectángulo, vieron que aún no contenía hielo y se marcharon.

La inauguración de la pista de patinaje, presuntamente el mayor atractivo lúdico del centro histórico de Cádiz para complementar las compras navideñas, tuvo que se aplazada otra vez.

Inicialmente, la publicidad institucional fijaba su apertura para el pasado 13 de diciembre. Luego, a causa de diversos problemas técnicos, se aplazó al 18, más tarde al domingo 21, luego al lunes... así, un día tras otro, siempre con el mismo argumento, hasta que ayer fue anunciada la puesta en marcha del pequeño recinto, de forma oficial, con presencia institucional. Juan Tovar, presidente de la Asociación de Comerciantes Cádiz Centro, promotora de la iniciativa, esperaba a los representantes públicos al pie del cañón, de frío, pero ni con ellos hubo suerte.

Cuando llegaron los ediles y los medios de comunicación, a la hora fijada, las 17.30, el recinto se parecía más a una piscina que a una pista helada.

Unos y otros aseguraron que en «un par de horas» estaría disponible, pero a las nueve de la noche todavía no había podido entrar ningún niño a patinar. Habrá que probar suerte hoy.

La excusa, una vez más, fueron las dificultades técnicas agravadas «por el intenso sol que había pegado sobre la superficie toda la mañana». Durante la tarde, como en los días anteriores, los menores y sus acompañantes repitieron el ritual de los ediles. Llegaron, se asomaron y se fueron con un pequeño chasco.