El juez de familia de Murcia Fernando Ferrín Calamita (c), recibó los aplausos de varias personas a su llegada al Palacio de Justicia donde ha sido juzgado por prevaricación. / Efe
sentencia

Dos años de inhabilitación para el juez Calamita por retrasar la adopción a una lesbiana

El fiscal solicitaba que fuera apartado de la carrera durante 18 años

MURCIA Actualizado: Guardar
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El magistrado juez de familia de Murcia Fernando Ferrín Calamita ha sido condenado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la región a una pena de dos años, tres meses y un día de inhabilitación para empleo o cargo público. Considera probado que retrasó de forma maliciosa la adopción de una menor que había sido solicitada por la compañera sentimental de la madre biológica.

La condena aprecia el agravante de desprecio a la orientación sexual de la adoptante e incluye una indemnización de 6.000 euros y el pago de las costas, también las de la acusación particular.

El fiscal y la acusación particular habían solicitado en sus conclusiones provisionales 18 y cuatro años, respectivamente, de inhabilitación, aunque en la última sesión del juicio, el pasado día 3, dejaron a criterio de la Sala el que pudiera imponer una pena inferior si apreciaba que Ferrin había cometido este delito no de forma intencionada sino por imprudencia.

No hay premeditación

El tribunal, del que ha sido ponente el magistrado Julián Pérez-Templado, llega a la conclusión de que "no existe en la mente del inculpado, con todos los riesgos que conlleva hacer conjeturas sobre las intenciones, un plan preconcebido para conseguir que la adopción no se produjese". "Más bien -añade- lo que transpiran las actuaciones del señor juez es una voluntad retardataria, inventando trámites inexistentes o innecesarios, como la exigencia de un procurador o la asistencia de abogado".

Al analizar la conducta del acusado, la Sala concluye también que "sus decisiones o actitudes nos llevan, en esencia y resumen, a concluir que lo que en verdad intentaba era retrasar al máximo la resolución del asunto, bien por la esperanza de que prosperara el recurso formulado por un partido político o bien para aburrir".

Al estudiar la resolución de Ferrín de que los psicólogos de la Comunidad Autónoma le informaran sobre la influencia que tendría en el desarrollo de la pequeña el convivir con dos madres, comenta el tribunal que "sólo puede deberse a una razón: el matrimonio homosexual es dañino para ella porque así lo ha decidido él, diga lo que diga la ley".

"Compulsión homófoba"

Indica la sentencia que Ferrín Calamita "obró actuando por una auténtica compulsión homófoba, lo que ha de tener una indudable trascendencia penal". Y señala que "bien pudiera el señor juez plantearse un imperativo categórico sobre su conducta: si todos los jueces tuviéramos como paradigma su manera de actuar, de forma que fuera norma universal, pronto caeríamos en un sistema de 'fazañas y albedríos' que ya quiso abrogar el Rey Sabio en su Fuero Real".

Frente a la indemnización solicitada por las acusaciones, que pidieron 18.000 euros, la sentencia considera más justa la de 6.000, entre otros razonamientos, porque la adopción fue finalmente aprobada por el juez que sustituyó a Calamita cuando fue suspendido de empleo y sueldo por decisión del Consejo General del Poder Judicial.

A la lectura pública del fallo, que se ha celebrado en la sede del Tribunal Superior de Justicia, sólo han asistido los miembros de la Sala y el letrado de la acusación particular, José Luis Mazón. A la salida, el abogado ha asegurado que "hoy es un día luminoso para la Justicia, en la que, por desgracia, hay muchos días opacos, porque ha brillado el principio de la responsabilidad".

En sentido contrario se ha pronunciado un amigo personal del juez, 'autodenominado' portavoz del magistrado, que ha advertido de que "si es necesario llegará al Tribunal Constitucional y, por qué no, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos".

Este amigo personal, que dijo llamarse Andrés Bernal, ha leído un texto escrito por Calamita en el que sostiene que "hoy es un día triste para el Estado de Derecho y para los miles de personas que me apoyan" y denuncia que "no existe libertad religiosa en España, porque un magistrado es perseguido, acosado, apartado de un caso y condenado por las creencias que profesa".

Las asociaciones de homosexuales han celebrado la sentencia y han calificado el fallo de "ejemplarizante", al tiempo que han pedido que "no vuelva a repetirse otro caso de lesnofobia en España".