Economia

Los años de bonanza acortan la brecha del gasto doméstico entre las autonomías

Los crecimientos del desembolso en consumo registrados en Murcia, Cantabria y La Rioja triplicaron a los de Cataluña y Galicia en 2007

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Los años de bonanza económica han recortado la brecha del gasto doméstico entre comunidades. En 2007, el último de tres lustros de 'vacas gordas', el desembolso por persona en consumo creció el 5,4% en el promedio nacional, pero lo hizo el 10,2% en Cantabria, el 10% en Murcia y el 9,6% en La Rioja, frente a la mucho más moderada expansión que registraron Cataluña (3%) o Galicia (3,3%), con avances que apenas compensaron el incremento de los precios de consumo.

En otras autonomías muy desarrolladas, como el País Vasco (con el 4,5%) o Navarra (con el 5%) también se produjeron crecimientos inferiores al promedio. Cierto que la distancia entre los 13.467 euros de gasto medio por persona que arrojó Madrid y los 9.210 de Extremadura todavía sigue siendo muy relevante: mientras la primera comunidad supera en un 15,4% la media nacional, la segunda todavía es inferior al promedio en un 21,1%, lo que arroja una diferencia de 36,5 puntos porcentuales entre ambas. Así lo pone de manifiesto la Encuesta de Presupuestos Familiares, que el Instituto Nacional de Estadística ya sólo difunde una vez al año, si bien ha mejorado sensiblemente la recogida de información y extendido la muestra de hogares participantes.

La crisis hace poco probable que las abultadas cifras del pasado año se repitan en próximos ejercicios. En 2007, el gasto total de las familias españolas aumentó el 7,5% respecto a 2006. Descontado el efecto de la inflación, el crecimiento se limitó al 4,4%. Cada hogar dedicó, de media, 32.000 euros, un 4,7% más. El alza de precios se llevó una parte del incremento, de manera que el gasto traducido en mayor acopio de bienes se elevó en torno al 1,7%.

Pero la composición social es muy cambiante: a la vez que crece el número de hogares, se está reduciendo el número de sus miembros. Por eso, el indicador más significativo del gasto es el del desembolso medio por persona, que ha pasado de 11.054 a 11.673 euros, con un incremento monetario del 5,4%, que -descontada la inflación- todavía representa un más que significativo avance real de 2,4 puntos porcentuales.

La radiografía del gasto doméstico que pinta el Instituto Nacional de Estadística cuadra a la perfección con las prioridades económicas que todavía alimentaban los hogares el pasado año, bien distintas de las actuales. Explican los sociólogos que la bonanza económica dispara los desembolsos en los capítulos de ocio, mientras recorta el peso de los alimentos básicos. Por grupos, los que experimentaron mayores crecimientos en el gasto medio por hogar fueron, en 2007, los relativos a vivienda (8,2%), comunicaciones (7,6%) y hoteles, cafés y restaurantes (7,5%).

Solos y sin hijos

El pasado año coincidió el punto álgido en los precios de la vivienda y sus suministros (alquileres reales o imputados, gastos corrientes de agua, gas, electricidad) con el repunte de los carburantes y con una percepción de bienestar económico todavía no deteriorada por la amenaza de crisis. Aunque la encuesta de Presupuestos Familiares no toma en cuenta la inversión en vivienda (ni las cargas financieras que conlleva), se aproxima al precio de este bien a través de lo que costaría en régimen de arrendamiento la vivienda en propiedad en la que habita el encuestado. En consecuencia, los hogares españoles destinaron en 2007 el 25,6% de su presupuesto (concretamente 8.201 euros) al gasto en vivienda, agua, electricidad y combustibles; el 14,4% al transporte (4.594 euros), y apenas el 14,2% (4.543 euros) a alimentos y bebidas no alcohólicas, frente al 10,17% (3.255 euros) desembolsados en hoteles, cafés y restaurantes.

El nivel de gasto varía según el tamaño del municipio de residencia. En los de más de 100.000 habitantes, el desembolso por persona fue el pasado año un 6,7% superior a la media y en los de menos de 10.000 resultó un 8,9% inferior. Pero el mayor gasto por persona, nada menos que 20.827 euros, se registró en los hogares formados por personas que vivían solas y tenían menos de 65 años, seguido por los hogares integrados por una pareja sin hijos (14.719 euros) y de las personas que viven solas con 65 ó más años (14.019 euros).