MARCHANDO. Juan Jiménez, un profesional de la hostelería de los que apenas quedan.
Jerez

Arte para llevar la bandeja

Juan Jiménez representa a esos grandes profesionales de la hostelería que cada vez es más difícil encontrar

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Juan Jiménez es un profesional de los que hay que buscar mucho para encontrar parecidos. Si midiéramos los kilómetros que ha andado con una bandeja repleta de cafés, posiblemente haya ido y venido varias veces a Sevilla. Eran los tiempos del Arenal 15, cuando surtía de cafés a media Gerencia de Urbanismo, la Caja de Ahorros o la emisora de la COPE. «Hay que correr para que el café no llegue frío», comenta nuestro protagonista.

Desde hace unos meses, Juan ha vuelto con Paco y Eloisa al Tapa Burger. «Lo único que tengo que comentar es que estoy muy agradecido a todos los que han contado conmigo para trabajar. He trabajado con muchos hosteleros, y a todos les doy las gracias», dice Juan. Y es que la hostelería todavía conserva a gente como Juan Jiménez, toda la vida con una bandeja en la mano o con un bloc llevando la comanda.

Paco Díaz, que de hostelería sabe un rato, sale al paso y añade que «los buenos profesionales son los que hay que cuidar. Éste es el caso de Juan, que para mí es un orgullo que haya vuelto a su casa que es esta. Profesionales quedan muy poquitos ya. Por eso Juan es un activo para nosotros». Juan lo observa y se complace. «Tranquilo, Juan, que a pesar de la crisis vamos a seguir contando contigo», bromea ahora Paco.

Y es que Juan le ha puesto café hasta al mismísimo Felipe González. «Lo tengo fotografiado el momento», comenta Paco. Carlos Herrera o el dúo Cruz y Raya por poner algunos ejemplos de clientes sonados y famosos.

En el Tapa Burger se trabaja la profesionalidad. Paco vuelve al tema de la crisis y las ventas. «Jamás, en los más de cuarenta años de profesional que llevo, he visto un mes más malo que el de noviembre. Y es que se ha juntado todo. Un invierno como hacía años de frío y lluvia. Y después el tema de la crisis, que a mí me tiene muy preocupado», comenta.

A los malos tiempos buena cara. Pero llega un momento que la preocupación salta a la vista, y Paco anda un tanto escamado con los tiempos. «Sólo pido que no nos aprieten más las tuercas a los empresarios. Lo estamos pasando muy mal, en serio».

Juan sigue con la tarea tras el mostrador. Pendiente de que al cliente no le falte de nada. Paco Díaz volverá a las preocupaciones típicas de un negocio tan importante como el suyo. Sin embargo, con profesionales como Juan o Patri, cualquier tormenta deberá de pasar sin grandes catástrofes. Seguro que sí.