«Demostramos que se pueden hacer cosas sin subvenciones»

Existe un pequeño local en la plaza de la Cruz Verde de Cádiz donde sucede casi de todo. Los miércoles hay cine, otros días teatro, reparto de alimentos ecológicos, poesía o un concierto punk. Entre el público se mezclan corbatas, canas, rastas y erasmus, en un curioso cóctel no apto para pensamientos monocordes ni oficialismos culturales. Ocurre en la asociación La Fábrika, plateada desde 2003 como un espacio para la cultura y el pensamiento -para lo que haga falta-, con asambleas abiertas a cualquier propuesta en la que figuran miembros como Joaquín Bustamante, planificador de actividades para jóvenes en el Consorcio del Bicentenario de 1812.

-¿Cómo han sido estos cinco años de experiencias?

-Todo esto ha ido saliendo de manera espontánea. Decidimos hacer la asociación en 2003 y fue un comienzo complicado. Decidimos inaugurar el local el 31 de diciembre y apareció la Policía. Nos dijeron que era un cotillón encubierto y nos multaron con 6.000 euros, así que comenzamos con una deuda importante. Pasamos dos años y medio en una gran nave de la Zona Franca, sin vecinos, con lo que fue un comienzo bastante musical. Muchos grupos de ahora comenzaron ensayando en la Fábrika: Luego, ya en la Cruz Verde, la tipología de los actos ha ido variando bastante. han pasado más de 200 voluntarios y trabajamos en una asamblea abierta, es decir, que cualquiera puede presentarse y decir lo que quiere hacer. Hubo otras iniciativas que a los socios les parecían más interesantes. Ahora hay mucho teatro. Tres grupos ensayan en el local.

-Los suyos son de los cien metros cuadrados mejor aprovechados de la ciudad.

-Bueno, de domingo a lunes hay talleres, los miércoles hay cine y los fines de semana otras actividades más lúdicas. Se han hecho más de 200 conciertos, un centenar de talleres diferentes, 150 películas distintas...

-Muchas veces se les ha tachado de antisitema ¿Tienen alguna ideología política?

-Somos apartidistas. No participamos de ninguna ideología y en el local no se permite ninguna bandera. Somos ajenos a la ideología que puedan tener los colectivos que hagan uso del espacio, aunque cuando hemos recibido propuestas para hacer actos políticos, las hemos rechazado. Cuando haces cosas alternativas siempre te ponen etiquetas. Si funcionar de manera horizontal es ser un antisistema, pues entonce sí que somos antisistema.

-¿Van a participar en el Doce?

-La Fábrika no ha recibido ninguna propuesta, no sé si algún colectivo de los que utilizan este espacio. Esto se ha discutido mucho, pero cuando nos propone algo la Administración, preferimos no hacerlo.

-¿No puede tomarse como una actitud autoexcluyente?

-Puede serlo, sí. Pero hay muchas asociaciones que funcionan a ritmo de subvenciones y no hace falta ayuda para todo. Nosotros cambiamos las subvenciones por el reciclaje, la reutilización, las donaciones, nunca de dinero.

-¿Están en contra de las subvenciones a la cultura?

-No. Solamente queremos enseñar que sin ellas se puede funcionar perfectamente. Que puede haber una participación sin necesidad de subvención.

-¿Cuál es su objetivo en los próximos cinco años?

-Nosotros nacimos para responder a la necesidad de un espacio en el que la gente desarrollara sus inquietudes de manera fácil. Cuando no haya participación será porque no haya esa necesidad, así que habremos cumplido nuestro objetivo.