James Yorkston es un clásico de la música folk actual. / LA VOZ
Cultura

Nebulosas interiores

El nuevo álbum del escocés James Yorkston le confirma como uno de los compositores más reflexivos y equilibrados del folk actual

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pasó prácticamente desapercibido entre el nutrido y exquisito cartel del Festival Tanned Tinn de Puerto Real, pero más de uno quedamos prendado de su armoniosa voz, en contraste con su seco acento escocés, y sus llanas aspiraciones por comunicar turbadas y sencillas emociones, alejadas de cualquier parafernalia condicionante y dirigidas directamente al tuétano de cada afectividad particular. James Yorkston puede pasar inadvertido entre la frondosa generación de sensibilidades folkies que circula por el universo indie actual, pero su intachable y acariciante discurso vocal, arropado por lo justo para no importunar y cocinado con los usuales sinsabores de la vida sobresale entre tanta pose y despeja dudas sobre los proporcionados objetivos de un artista currado en mil batallas.

De unos ya lejanos principios punk, Yorkston pasó pronto al angosto arte de contar relatos íntimos con la única ayuda de una guitarra en las decenas de pubs que pueblan la noche de Edimburgo.

La apertura de alguna actuación para el ex componente de Pentangle Bert Jansch y una gira de treinta días como telonero de John Martyn le afianzó en su decisión por pasarse definitivamente al folk. Sin embargo, el extraordinario Moving Up The Country (2002) que le sirvió de debut demostró que su escueta oratoria original nacida en las tablas de los pubs avanzaba hacia un entorno más nutrido en arreglos, aunque evanescente en conjunto y, sin perder de vista la tradición, con un horizonte abierto hacia el nuevo siglo. En esa línea de contemporaneidad clasicista le siguieron Just Beyond The River (2004), el ep registrado para el sello español Houston Party Hoopoe (2005) y The Year of The Leopard (2007), notables secuelas de parejo contenido que culminan, tras el paréntesis del recopilatorio de caras B y rarezas Roaring The Gospel (2007), con el reciente When The Haar Rolls In (Domino-Pias, 2008).

Neblina interior

En este último capítulo, el cantautor escocés vuelve a sumergirse en paisajes interiores de contornos nebulosos -el Haar del título hace alusión a la neblina marina de las costas escocesas que se origina en el Mar del Norte y acaba adentrándose en tierra firme- conscientemente enfrentados a apoyos instrumentales afinados y brillantes que, por el contraste, acaban por hacer risueño el desconsuelo. La portada del disco, con la firme figura de un gato que se mantiene erguido en la proa de un barco mecido entre la tempestad, sirve de imagen introductoria a un interior provisto de juegos de palabras de sencillo significado, construidos a partir de metáforas comunes -las divergencias anímicas relacionados con el día y la noche con que se inicia The Capture Of The Horse; el uso de las estaciones como sinónimo de estados de felicidad y pérdida en Summer's Not The Same Without You- y acurrucados entre prístinos arreglos sustentados por instrumentos no tan comunes para terminar conformando una colección de canciones cálidas, cristalinas, sosegadas y activadas para taponar soledades y levantar ánimos.