Cultura

La historia de una valiosa y desconocida obra pictórica

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

n 1979, Teresa López, La Chiquita Piconera, decide que no sólo quede plasmado su rostro adolescente ante la posteridad en los lienzos del único pintor para el que había posado como musa, Julio Romero de Torres, sino que dicho rostro también pudiese contemplarse tras el paso de toda una vida.Y es por ello por lo que decide que sea únicamente el artista andaluz Aurelio Sanchiz el encargado de realizarlo, a fin de que quedara constancia de que los dos únicos artistas para los que posó en su vida fueron dos: Julio Romero de Torres en su adolescencia y Aurelio Sanchiz en su vejez. La Piconera entregó a éste último un billete de 100 pesetas dedicado y firmado como prueba de su encargo, siendo testigo un periódico de la época de tan histórico momento. Así nació este cuadro.