Los rescatados del naufragio, en el interior de un helicóptero de la Xunta de Galicia, hace dos días. /Efe
NAUFRAGIO en galicia

Los equipos de rescate no confían en encontrar con vida a los cinco marineros desaparecidos del 'Rosamar'

La búsqueda proseguirá aunque la baja temperatura del agua hace temor lo peor a Salvamento Marítimo

SANTIAGO DE COMPOSTELA Actualizado: Guardar
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El dispositivo de búsqueda de los cinco desaparecidos tras el naufragio del arrastrero 'Rosamar' ha finalizado el rastreo sin éxito, por lo que mañana a primera hora intentará de nuevo localizar los cuerpos de los marineros. Salvamento Marítimo han indicado que ya no confían en encontrarlos con vida. "La temperatura del agua es de doce grados" por lo que es "imposible sobrevivir".

Los efectivos exploran por mar y aire una zona situada entre el lugar del hundimiento del barco el pasado viernes, a 24 millas al noroeste del puerto lucense de San Cibrao, y Asturias.

Fuentes de la Xunta han detallado que las dos embarcaciones que participan en la búsqueda están regresando en estos momentos al puerto de Burela, y lo mismo hizo el avión 'Rosalía de Castro', que ya está en Lavacolla.

La búsqueda en esa zona obedece a que es donde ayer se encontró una balsa "intacta" que "pertenecía al 'Rosamar' y que no tenía signos que haber sido utilizada" por los náufragos, así como de chalecos salvavidas y otros restos, todos ellos del arrastrero hundido.

Se hundió "en un minuto"

Cinco miembros de la tripulación de este barco, que fondeaba en Galicia, fueron hallados vivos, pocas horas después de dar la alarma del naufragio, mientras que el cuerpo de otros tres habían sido rescatados en las proximidades. Entre los 13 integrantes de la tripulación, ocho eran portugueses y cinco indonesios.

El 'Rosamar' naufragó a 24 millas naúticas, en las costas de la localidad gallega de Burela. Según relataron los rescatados, en declaraciones difundidas por la prensa, el barco se hundió "en un minuto" cuando el arrastre se enganchó en el fondo del mar, como si se tratara de un ancla. El barco capotó, en olas de casi siete metros de alto, antes de hundirse.