CORAJE CANINO. 'Bolt' hará todo lo posible por salvar a su adorada Penny, su joven dueña. / LA VOZ
Cultura

El chucho equivocado

'Bolt', el entrañable superperro sin poderes de Disney, asalta la cartelera y se adelanta a los estrenos navideños

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Desde que cerró sus estudios de animación tradicional en 2004, a Disney le ha costado dar con una película que combine calidad artística y éxito de público. En realidad, la compañía anda algo desorientada desde 1999, año en el que realizó su último filme de corte clásico, Tarzán. Lo irónico del asunto es que, a los ojos de la crítica y del público, sus trabajos palidecen en comparación con los de Pixar, cuando en realidad ambos sellos pertenecen a la misma firma desde 2006. De hecho, el mandamás de Pixar, John Lasseter, es el director creativo de Disney Animation.

Además, es un firme defensor de los dibujos animados de siempre y está impulsando el regreso de las técnicas tradicionales. De este modo se ha dado luz verde a una serie de futuros proyectos animados en dos y tres dimensiones que, si todo sale bien, podrían dar lugar a una nueva edad de oro para la compañía del ratón. El primero de ellos es, precisamente, Bolt, un calculado largometraje infográfico que pretende marcar distancias con la caótica Chicken Little y la infravalorada Descubriendo a los Robinson.

Con este objetivo se produjeron discutibles cambios en el concepto del filme y se tomaron decisiones de última hora, como la participación de la actriz y cantante Miley Cyrus, protagonista de la exitosa serie de Disney Channel Hannah Montana, en su doblaje original. Todo sea por atraer al público juvenil.

Bolt (Relámpago) es un perro que, como su nombre indica, es un auténtico prodigio, al menos cuando actúa en su serie de televisión. En ella interpreta a un animal alterado genéticamente que es capaz de realizar las proezas más increíbles: desde disparar rayos por los ojos a saltar por encima de helicópteros. Lo que Bolt no sabe es que esos súperpoderes no son reales, ya que el director de la serie, convencido de que un chucho también puede ser actor del método, no le ha dicho la verdad. Perra vida. Cuando el perro se pierde en un viaje a Nueva York y conoce el mundo exterior tendrá que aceptar que es una mascota corriente. Le acompañarán en esta trepidante aventura Mittens, una gata a la que Bolt toma por aliada del doctor Calico, su enemigo en la ficción, y el hámster Rhino, el fan número uno de su serie televisiva.

Fuera del plató, Bolt tendrá que poner a prueba su valentía para ayudar a su compañera humana en la pequeña pantalla, una niña llamada Penny. Estamos ante una mezcla de Toy story, El show de Truman y el clásico menor de Disney Oliver y compañía. Entre los avances técnicos destacan los fondos, a los que se ha aplicado un tratamiento 2d para que se asemejen a las pinturas de artistas como George Bellows o Edward Hopper. Este efecto se percibe en los numerosos tráilers con los que se ha promocionado la cinta, cuyas escenas de acción parecen un cruce entre Los Increíbles y los filmes de Michael Bay. No hay duda de que Bolt conseguirá salvar a Penny, pero ¿será también el héroe que salve a la Disney?

Disney no fuma ni juega

Bolt ha cambiado mucho desde su concepción. Al principio se titulaba American Dog y era una idea original de Chris Sanders, codirector de la sobresaliente Lilo y Stitch. Algunas webs publicaron los preciosos diseños preliminares, que incluían personajes tan excéntricos como un gato tuerto o un conejo radiactivo. En los dibujos aparecían elementos políticamente incorrectos como tabaco, armas y juegos de azar. Eso fue antes de que John Lasseter retirara a Sanders del proyecto para sustituirlo por Chris Williams. El director de Cars alegó que el concepto inicial era «demasiado peculiar para su propio bien».

Así, con ironía, diversión y unos impagables personajes secundarios -no hay que olvidar al curioso trío de palomas que ayudan al protagonismo en un apuro-, los estudios Disney han creado esta entrañable historia con un agradable sabor añejo en la que un superperro en la ficción trata de usar los poderes que no tiene en la realidad.

El filme, deudor de series televisivas de culto como Lassie y con guiños al cine de acción más hollywoodiense, asalta esta semana las carteleras dispuesto a convertirse en un éxito navideño, precediendo así al enorme aluvión de cintas destinadas al público familiar que inundarán las salas a lo largo de estos dos meses.

Aun así, Bolt parece que se queda lejos de la que es la joya de este año -y no sólo del género del cine de animación-, Wall-E, también producida por Lasseter. Una cinta que también llegará estas Navidades a las casas en su formato DVD:

Acción y sentimentalismo

Con un dibujo de trazo limpio que recuerda al de Cars o Los Increíbles, la película juega con la acción y el sentimentalismo, una mezcla clásica del cine de animación, modernizada en este caso con una depurada técnica de ordenador que lleva por primera vez a la gran pantalla animación en 3-D, aunque también se verá en dos dimensiones en función de la sala en la que se exhiba.

Algo que beneficia especialmente a los escenarios en los que se desarrolla la película, desde la ciudad de Los Ángeles a Nueva York pasando por Ohio o la impresionante Las Vegas, tremendamente reales hasta en sus más mínimos detalles.