El sociólogo Javier Elzo. / L. V.
JAVIER ELZO SOCIÓLOGO

«Tenemos que enseñar que el sexo es placer y, también, mucho más»

El catedrático resalta que los jóvenes deben entender que en el acto sexual debe haber ternura y no sólo un «aquí te pillo, aquí te mato»

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Javier Elzo, catedrático de Sociología en Deusto, tiene una explicación para entender el incremento de los abortos en España. «Los jóvenes entienden el aborto como un método anticonceptivo más», dice el autor de La voz de los adolescentes.

Claro que, acto seguido, Elzo se lanza a hablar de la trivialización del acto sexual para tratar de arrojar algo de luz sobre la cuestión. Los datos no dejan lugar a dudas: Tres de cada cuatro chicos de entre 18 y 20 años ha tenido relaciones sexuales completas, con penetración; el porcentaje llega al 90% entre quienes tienen entre 20 y 23 años. Lo llaman hacer el amor, pero, en buena parte de los casos, no pasa de ser un mero intercambio urgente de fluidos. «Un acto sexual completo no es comerse un caramelo, es algo más que un momento de placer. Debe ser consecuencia de una relación de ternura y cariño, no una mera respuesta genital ante la excitación sexual», protesta el sociólogo.

«Parece que los jóvenes no dan valor a su intimidad, a ofrecer y entregar su cuerpo. Un acto sexual es una relación muy íntima y profunda», airea Elzo. Seis de cada diez adolescentes son partidarios de «hacer el amor siempre que apetezca», sin valorar otros aspectos de la relación. El nuevo libro de Elzo recoge el testimonio de una granadina de 16 años, alumna de un centro religioso, que explica su trayectoria: «Entre mis amigas y yo nos hemos follado a media ciudad. Competimos por ver quién es la más guarra», dice. La mayoría practica el sexo con frecuencia. La única premisa, que ambos estén de acuerdo. El 73% de las relaciones son fugaces, imprevistas, el aquí te pillo, aquí te mato.

Y, puestos a ello, en un «estado de euforia» o «bajo los efectos del alcohol» con parejas de fortuna, no se piensa demasiado en anticonceptivos.

Todos conocen los condones, pero en esas circunstancias, no todos los usan (a veces, mal o recurren a la marcha atrás). «Nuestra tarea ahora es enseñar a los adolescentes que el acto sexual es placer, pero que es mucho más que eso», asegura Javier Elzo.