JOVEN. Lucas Cazorla dirige a su equipo, el Poli Ejido, desde la banda del Santo Domingo.
Cádiz C.F.

Consejos para herir al Poli Ejido

Los entrenadores de San Fernando y Lucena ya saben cómo controlar a un equipo invicto en su casa y con una derrota como visitante en Bahía Sur

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Puede que el centelleo que despide el paso brillante de un Cádiz exultante en su arranque liguero impida ver la trayectoria de otro equipo que, eclipsado, también está haciendo unos números para tener en cuenta. El empate ante el Marbella ha acortado la distancia con este equipo (seis puntos) y ha hecho posible que muchos comiencen a interesarse por el rival que osa ensombrecer la campaña regular del equipo gaditano. Y es que no sólo el Cádiz ha perdido una vez en Liga. También está el Poli Ejido, que lo hizo en Bahía Sur ante el San Fernando. Además, los ejidenses tan sólo han cedido un empate en casa ante el Lucena.

Ya como visitante, el Poli ha empatado en los campos de Balona (1-1), Portuense (2-2), Puertollano (0-0) y Granada (0-0) pero han sido los tropiezos ante isleños y lucentinos los que todavía escuecen en el cuadro almeriense.

Tapar a Juli

A Antonio Iriondo, entrenador del San Fernando, le trae buenos recuerdos el Poli Ejido, pues puede presumir de ser el único conjunto que ha hecho morder el polvo a los de Lucas Cazorla. Aunque se considera un entrenador al que le gusta «fijarme más en mi equipo que en el rival, sabíamos del potencial del Poli, especialmente de su jugador Juli».

Recuerda que en su momento tuvo más fácil estudiar al actual segundo clasificado porque «unos días antes nos enfrentamos en Copa». Ya en Liga, «contamos con esa pizca de suerte», dice en alusión a su portero Raúl Iglesias, que tuvo «dos paradas claves».

Alerta que el Poli «no se complica en circular el balón mediante pases sino que busca cuanto antes las bandas con cambios de orientación para coger la espalda a la defensa. Les gusta enseñar el balón en una banda para hacer un cambio de juego a la otra y coger desprevenida a la zaga rival. Aprovechan el desborde y la velocidad que tienen sus extremos».

Considera que el Poli «no mantiene mucho tiempo el balón en su posesión». A la hora de definir su estilo de fútbol le surgen sus dudas. «Sin ser un fútbol directo sí que intentan aprovechar el error del rival para estar atentos a la segunda jugada».

Al Poli «le gusta mucho abrir el campo y poner un ritmo muy alto a los partidos». Precisamente en esto, Iriondo hace un parón para diferenciar el escalón en el que se encuentra el Poli Ejido, a su gusto, en el mismo que el Cádiz. «Se le nota que tiene un ritmo de Segunda A». El técnico isleño piensa que «la Segunda B es la categoría donde mayor rigor táctico hay, más que en Primera, en donde se da más rienda suelta al talento de los jugadores». En este sentido, cree que el Poli «ha sabido asumir el cambio de categoría y ha conjugado muy bien» el orden táctico con el desparpajo en el ataque.

Por último, advierte que el Poli «no acumula mucha gente en su llegada» sino que «emplean muy bien los espacios y la velocidad de los hombres de banda».

Desde Lucena, el mensaje que llega de la boca de Nene Montero, puede estar más cercano al que desea escuchar Javi Gracia. Y es que el equipo del malagueño ha sido el único que ha arañado un punto en el Municipal de Santo Domingo tras un encuentro en el que «fuimos igual que salimos en Carranza, es decir, sin miedo a perder y ganándo terreno al Poli sin encerrarnos en ningún momento».

«Ir con descaro»

Entiende que al campo del Poli hay que ir «con descaro». Y muestra el camino que hizo junto a su equipo para empatar hasta dos veces al conjunto almeriense con el resultado final de 2-2. «Sabíamos que podíamos hacerles daño por sus laterales, sobre todo por el izquierdo (Velasco), que sube bastante», apunta Nene, que sigue diciendo que «esperábamos la subida del lateral para pararlo en el centro del campo y aprovechar el espacio que dejaba». Define al Poli como un equipo «suficiente en defensa pero muy potente en ataque». Es a la hora de hablar del peligro del Poli cuando se deshace en elogios hacia dos jugadores, Juli y Jorge Molina. «Se conocen de haber jugado juntos en el Benidorm y son un complemento perfecto. Molina es un delantero como la copa de un pino y Juli tiene un gran cambio de ritmo y mejor desborde. Es un diestro que juega por la izquierda y que tiende a salir por el centro. Forman una sociedad perfecta», avisa el veterano técnico malagueño.

acarbonell@lavozdigital.es