MUNDO

India pide cuentas a Pakistán por los atentados de Bombay

El Gobierno mira hacia el país vecino para ocultar sus errores

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los atentados de Bombay han hecho tambalearse los cimientos de la vida política india y sus consecuencias marcan las agendas internacional y local del Gobierno. Las relaciones con Pakistán y el llamamiento a la unidad nacional son las claves que maneja el Ejecutivo de Manmohan Singh para intentar frenar una crisis que amenaza con hundir a su formación, el Partido del Congreso, en las elecciones que se celebrarán en 2009.

Confirmado por parte de la Policía el origen vecino de los terroristas que causaron 188 muertos y se atrincheraron en dos hoteles de lujo y un centro de estudios judío durante sesenta horas reteniendo a decenas de rehenes, el responsable de Exteriores llamó al jefe de la misión diplomática paquistaní en Nueva Delhi para exigirle «una respuesta contundente» ante lo ocurrido. El nuevo responsable del Interior, P. Chindambaram -que sustituye al recién dimitido Shivraj Patil- aseguró que el Gobierno responderá «con determinación y resolución a las graves amenazas planteadas a la nación».

Unas palabras que de momento no son más que una declaración de intenciones, ya que, según pasan las horas, aumentan las críticas contra el Ejecutivo por la falta de previsión para afrontar una crisis como la de Bombay. De momento, los cambios planteados por el Gobierno son la creación de una agencia federal para luchar contra el terrorismo y la promesa de aumentar el número de efectivos y mejorar los medios que emplean las fuerzas especiales.

Viaje de Rice

La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, llegará mañana a la capital financiera de India para ofrecer más ayuda -un equipo del FBI ya se encuentra sobre el terreno- e intentar mediar en la crisis abierta con Pakistán. «Es muy importante que se dé el más alto nivel de cooperación en este momento, y eso afecta a todas las instituciones», señaló la jefa de la diplomacia norteamericana.

Desde Islamabad, como ha ocurrido desde el inicio de la operación terrorista, el primer ministro, Yousaf Reza Gilani, respondió de forma afirmativa a la petición de Rice y dijo que espera que este incidente no suponga el fin de las conversaciones de paz. Después de haberse enfrentado en tres guerras desde la partición de 1947, en los últimos cinco años Islamabad y Nueva Delhi se encuentran inmersos en un proceso de diálogo que desde el jueves pasa por sus momentos más delicados.

Siguiendo con la cadena de dimisiones de los últimos días, el jefe de Gobierno de Maharashtra, cuya capital es Bombay, Vilasrao Deshmukh, puso su cargo en manos de su formación, el Partido del Congreso, y dijo aceptar «la responsabilidad moral por los ataques».

«¿A quién han beneficiado estos sucesos? La respuesta es clara, al BJP -partido conservador, en la oposición- y a los grupos radicales hinduistas».