La ciudad abre las puertas de sus patios y monumentos en una semana repleta de actos

Un patrimonio que se sustenta como principal atractivo para los visitantes junto a los patios de vecinos, que desde la mañana de ayer se engalanaron a la espera de la llegada tanto de foráneos como gente del lugar.

Sin embargo, la constante amenaza de lluvia desdibujó una primera jornada que tal y como expusieron los residentes del lugar, «no suele ser de las más fuertes, hasta el próximo fin de semana no esperamos una aglomeración de personas». Debido al mal tiempo se suspendieron los actos programados durante la mañana como la exhibición de ultraligeros, los talleres infantiles o la entrega de premios del concurso de dibujo sobre las propias jornadas. Aun así, algunos valientes se retaron con las lluvias y salieron a conocer Medina.

Recuerdos y de paso

Es el caso de la familia de José Luis Pérez, un asidonense afincado en Madrid que aprovecha anualmente una escapada durante estas fechas para dar a conocer a su familia el municipio del que «tantos recuerdos guardo y que ahora se me vienen a la memoria y relato a mi mujer y mis hijos que quedan maravillados de la hermosura del pueblo». Una de las características de la localidad son sus patios de vecinos que no faltan a la cita. En esta edición se pueden visitar hasta 31 patios que se acicalan para la ocasión por el «éxito de vista que obtenemos cada año». como reconoce María Paz Barrios, una de las vecinas que prepara con esmero la entrada a su domicilio. Al igual que Cristina Bedia, que incluso tiene un libro de firmas que «completé el año pasado con unas mil, creo recordar».

La artesanía también tiene su sitio y en las Caballerizas del Duque José Mota enseña «unas pequeñas reproducciones de cómo era la vida antes y con qué utensilios se trabajaba el campo».