ACTO. Los alumnos colocaron las figuras de madera. / C. L.
EL PUERTO

El árbol de la vergüenza

Los alumnos del Instituto de La Arboleda luchan contra la violencia de género de modo simbólico

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Los pasillos del Instituto de Enseñanza Secundaria La Arboleda se llenaron ayer de gritos de dolor, rabia y sed de justicia. Una fila interminable de figuras de madera se adueñó por unas horas de las instalaciones del centro para denunciar la violencia machista.

Durante meses, los alumnos han tallado con sus manos, una a una, más de un centenar de figuras que ayer formaron una cadena reivindicativa. Cada una de las esculturas mostraba una razón para acabar con esta lacra que cada año quita la vida a decenas de mujeres en España.

A pesar de la juventud de los alumnos, la relevancia de la denuncia les hizo mantener durante todo el acto reivindicativo una inmejorable actitud. Todos estaban unidos por el objetivo común de pedir «justicia e igualdad».

Mujeres con carritos, ancianos y jóvenes formaban parte de la interminable hilera de figuras de madera. Detrás de ellas, muchas horas de trabajo en las que los alumnos han recapacitado sobre el problema. «Es nuestra forma de decir basta», comentó una de las alumnas de segundo de ESO que, emocionada, colocó su escultura en el corredor.

Las esculturas formaron un solidario camino que desembocaba en lo que llaman «el árbol de la vergüenza», realizado con cartulina. En cada rama colocaron el nombre de cada una de las mujeres que han perdido la vida víctimas de la violencia de género.

Además, hubo espacio para la música, eso sí, una melodía silenciosa. Sobre un panel escribieron letras de canciones que luchan contra este problema.