OBRAS. La madre superiora, Sor María Beatriz, comprueba el estado de los trabajos. / L. V.
EL PUERTO

Las hermanitas piden ayuda

El asilo de ancianos de Las Banderas tiene que hacer frente a facturas que superan los 250.000 euros antes de que finalice el año para pagar las obras de rehabilitación del centro, que finalizarán dentro de dos meses

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La madre superiora, Sor María Beatriz, va corriendo por los pasillos del asilo. Pregunta a un albañil por el transcurso de las obras, saluda un anciano que se dirige hacia el comedor y se para a charlar con los mayores que pasan su tiempo realizando pequeños trabajos manuales de carpintería. Sor María Beatriz no se rinde, pero en sus quehaceres diarios le acompaña una gran preocupación. Antes de que finalice el año, debe hacer frente al pago de tres grandes facturas que superan los 250.000 euros. Pero ella mira los pagarés con optimismo porque confía en la caridad del prójimo, que es el presupuesto con el que siempre ha contado.

Hace seis meses que las Hermanitas de los Pobres realizan obras en el asilo que tienen en el recinto de Las Banderas. Unos trabajos imprescindibles por el mal estado de las estructuras. El edificio sólo tiene 26 años, pero un fallo en la construcción que no previó la ventilación suficiente entre el suelo del edificio y sus cimientos ha deteriorado gravemente el estado de las vigas, por lo que de no acometer estos trabajos, el edificio terminaría cayéndose en un par de años.

Por ello, las monjas no han visto otra alternativa que realizar estas obras para sanear totalmente el estado del edificio en el que viven 56 ancianos y 15 hermanas que los atienden.

Unos 600.000 euros, según la empresa Construcciones Enrique Barbasán, encargada de los trabajos, se destinarán a la reparación del forjado y más de 300.000 euros se dedicarán al cambio de tuberías, ya que el mal estado de las mismas estaba provocando continuamente averías. El proyecto asciende a más de 900.000 euros y aún quedan unos dos meses de trabajo por delante y muchas facturas que pagar. Los obreros ya han finalizado las obras del comedor y de algunas de las zonas comunes como peluquería, sala de lectura y de reuniones. En estos momentos están trabajando en el recibidor, por lo que la entrada al asilo se ha trasladado temporalmente a la parte trasera.

Pero ni los ancianos ni las hermanitas se permiten perder la sonrisa, e incluso están montando ya el portal de Belén que, debido a las obras, este año tendrá que ocupar un pequeño espacio en el comedor, ya que el recibidor está prácticamente levantado. Además, los ancianos ponen su granito de arena para intentar sufragar los gastos. Realizan pequeños trabajos de carpintería con los que pasan el tiempo y a la vez consiguen una pequeña aportación para hacer frente a los gastos del asilo. Las mujeres tejen unos vestidos preciosos para las muñecas y los hombres se encargan de construir cunitas y carritos de chucherías que nada tienen que envidiar a los que aparecen en los catálogos de las grandes firmas. «Siempre me ha gustado la carpintería y además me siento útil ayudando a las hermanas», comenta un anciano.

Las Hermanitas de los Pobres viven gracias a la caridad del prójimo, ya que no aceptan subvenciones fijas. A finales de la semana pasada, el representante local de la CAI, Raimundo García-Figueras, entregó una donación de la entidad a las Hermanitas de los Pobres, 10.000 euros que servirán para pagar parte de las obras. Esta ayuda es acogida por las hermanas «con tanto agradecimiento como con las que hacen los particulares», según Sor María Beatriz, que comentó emocionada cómo una mujer, tras fallecer su marido, vendió el reloj que él siempre había llevado para donar la cuantía a las Hermanitas de los Pobres. Además, la madre superiora recuerda que todas las personas que lo deseen pueden realizar una donación en la cuenta en el Banco de Andalucía 0004 3246 32 0600074207. Con ello, las Hermanitas esperan poder seguir atendiendo a los ancianos que diariamente llaman a su puerta para ser acogidos. Actualmente, debido a las obras, sólo hay unos 60, pero la lista de espera es interminable, por lo que necesitan la ayuda de todos.

elpuerto@lavozdigital.es