Como en casa

La Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros se convertirá esta tarde en el pequeño Chapín. El terreno de juego principal de la fábrica sevillista se coloreará de azulino a base de los brochazos que le pegarán los tres mil hinchas xerecistas que acompañarán a los hombres de Esteban Vigo a Sevilla. El escenario tendrá poco que ver con el templo del xerecismo, pero los azulinos serán mayoría e intentarán hacer sentir a los de Esteban que esta tarde juegan como en casa.

Si a esto se le une la débil condición que están mostrando los muchachos de Fermín Galeote en el arranque de esta temporada, es más que probable que Esteban Vigo apueste por ese once ofensivo que suele utilizar cuando el Deportivo salta al prado de Chapín. Ése sistema que sólo ha sido utilizado en una ocasión por el preparador malagueño y que habitualmente logra sumar de tres en tres cuando la bola rueda en Jerez.

Esteban lo utilizó en Alicante, en la primera jornada de Liga, casualmente la única en la que han logrado vencer a domicilio. Ahora los condicionantes parecen favorables para que el entrenador del Xerez juegue con dos delanteros y con Viqueira en la media punta, parece que es la hora de dar un golpe encima de la mesa y confirmar, con un triunfo lejos de Chapín, el magnífico arranque de competición que está haciendo un equipo que carga con sus eternos problemas institucionales. Y es que una semana más el camarote de los hermanos March que esta entidad tiene por directiva ha logrado solapar los recitales que vienen dando los futbolistas sobre el prado.

La manita endosada al Alavés muy probablemente ha servido para meter miedo a los chavales del Sevilla Atlético, un equipo que poco o nada tiene que ver con el filial que maravilló la temporada pasada en la categoría de plata. Aquel conjunto fue desmontado y sus puntales se encuentran ahora jugando en Primera División o en equipos punteros de Segunda. Galeote se ha quedado sin materia prima y el resultado está siendo nefasto. Esta es la tercera semana que pasan tumbados en lo más profundo del pozo de la clasificación, ha logrado sólo una victoria en lo que va de Liga, han anotado tres veces menos los goles que acumula el Xerez y sólo hay dos equipos que hayan recibido más tantos (19). Repasar los últimos resultados es un auténtico calvario para los sevillistas, pues tienen que ir hasta la sexta jornada para encontrar la única victoria por la mínima ante la Real. Luego ha encajado alguna que otra goleada (0-4 ante el Zaragoza) y derrotas a puñados.

Si todo esto no son suficientes argumentos como para sacar el equipo de gala fuera de la frontera jerezana, pocas ocasiones más tendrá Esteban para apostar por el 4-4-2 en lugar de por el 4-1-4-1 que suele utilizar a domicilio. Antoñito vuelve a estar entre los signos de interrogación. Si la apuesta es ofensiva, el sevillano saldrá de inició en el campo de juego que le vio nacer como futbolista, pero si Vigo se queda con el once conservador, Bergantiños será el beneficiado y ocupará el centro del campo junto a Viqueira.

Esto supondría desaprovechar de inicio el momento de gracia en el que se encuentra Antonio. El genio xerecista está en plena racha goleadora y está volviendo a sus mejores números. Ya la semana pasada mojó por partida doble y en esta llega con la motivación disparada.

Atrás, defensivamente el bloque no sufrirá variación alguna. Únicamente se deberá tener presente que los flancos están apercibidos de sanción. Tanto Mendoza como Francis se encuentran a una cartulina de superar el ciclo de cinco amarillas que les acarrearía un encuentro de suspensión.

Por su parte, el conjunto que entrena Fermín Galeote no podrá contar para el encuentro con el Xerez con los jugadores Juan Cala y Manuel Redondo, lesionados.

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