El partido socialista galo busca en las urnas al sustituto de Hollande

Los 232.912 militantes del Partido Socialista (PS) francés estaban convocados ayer para elegir en elecciones internas entre tres candidatos al nuevo secretario general que sustituirá al saliente François Hollande, tras once años en el cargo. El escrutinio de los votos obtenidos por la presidenta de la región Poitou-Charentes, Ségolène Royal, de 55 años; la alcaldesa de Lille, Martine Aubry, de 58, y el eurodiputado Benoît Hamon, de 41, iniciado a las 22 horas en las 3.200 mesas repartidas por todo el país, continuaba anoche al cierre de este edición y los resultados se esperaban entrada la madrugada.

Por primera vez desde la instauración en 1995 del sufragio universal en el seno de la que es hoy primera fuerza de la oposición al conservador Nicolas Sarkozy, tres dirigentes optan a hacerse con el liderazgo en una muestra de división doméstica y ausencia de línea política con la batalla por las elecciones presidenciales de 2012 para intentar la alternancia en el poder como telón de fondo. En el caso de que ninguno obtenga mayoría absoluta al rebasar el 50% de los sufragios, hoy mismo se organizará una segunda vuelta con los dos aspirantes que hayan ocupado los primeros lugares.

En la anterior consulta a las bases celebrada hace dos semanas en torno a las mociones para el congreso de Reims, saldado el pasado fin de semana con un rotundo fracaso, Royal había demostrado una vez más su tirón electoral entre la militancia al quedar en cabeza con el 29,08% de los votos. Aubry cosechó el 24,32% y Hamon se contentó con el 18,52% mientras el alcalde de París, Bertrand Delanoë, obtuvo el 25,24% pese a partir como favorito y pagó la derrota con la retirada de la candidatura.

El llamamiento del gran perdedor de la contienda a votar masivamente por Aubry le permitiría a la hija de Jacques Delors, ex presidente de la Comisión Europea, rozar teóricamente el 50% de las papeletas. Pero el pronunciamiento de Delanoë ha dividido a su propio campo, donde se han manifestado reticencias a secundar un frente 'Todo salvo Ségolène' entre los partidarios de Hollande, su ex pareja y padre de sus cuatro hijos, que no impartió consigna de voto.

Temor a la abstención

La otra gran incógnita del día residía en el nivel de abstención, ya que el 6 de noviembre sólo el 56,61% de los censados había acudido a las urnas. Royal confiaba en una fuerte participación para conquistar la dirección del PS a las primeras de cambio y evitar una segunda vuelta que en teoría le es desfavorable por la proximidad de posiciones de sus dos rivales, propicia a un acuerdo electoral.

Los partidarios de la finalista en la carrera del Elíseo el año pasado argumentan que es la única personalidad política capaz de derrotar a Sarkozy en 2012. La propia Royal declaró poco antes de la apertura de las votaciones que era la mejor situada para ese reto «gracias al vínculo directo que tengo con el pueblo francés, al trabajo hecho y al equipo reunido».

Aubry invitó a su principal rival a poner el partido por delante de su ego ya que «el 29% no es la mayoría pues eso quiere decir que el 71% no votaron por ella». Por su parte, Hamon rechazó que «ser mujer baste para renovar la vida política» y resaltó que Tony Blair fue primer ministro a los 37 años y José Luis Rodríguez Zapatero, a los 40.