PINTADAS. Han sido borradas del campo de fútbol. / J. FERNÁNDEZ
Jerez

El juez estudia ya las pruebas de los presuntos abusos del entrenador de fútbol

La familia del técnico acusado asegura que «la verdad» saldrá a relucir En La Barca nadie quiere hablar de ello

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El juez que instruye el caso de los presuntos abusos sexuales a menores cometidos por un conocido entrenador de fútbol en la pedanía jerezana de La Barca, tiene ya en su poder pruebas periciales presentadas por la acusación particular y que sirven como argumento de las denuncias interpuestas el pasado mes de septiembre por cuatro jóvenes futbolistas que militaban hace dos temporadas en la Asociación Deportiva La Barca. Las pruebas se basan en informes médicos, puesto que algunos de los denunciantes habría tenido que recibir tratamiento psicológico por los abusos presuntamente recibidos y que, según manifestó una de las víctimas a este medio, se prolongaron por espacio de cuatro años. El entrenador denunciado, que ha tenido contacto incluso con el fútbol profesional y que goza de cierto reconocimiento en el mundillo del deporte, se enfrenta ahora a unas graves acusaciones por parte de estos cuatro jugadores.

Las partes aguardan en estos momentos a que el juez instructor del caso ordene la apertura de juicio oral o, si no diese credibilidad a los testimonios de las presuntas víctimas, ordene el sobreseimiento de la causa. Lo cierto es que lo sucedido ha levantado un gran revuelo en todos los estamentos del fútbol provincial, aunque nadie quiere decantarse ni defender a ninguno de los implicados por lo delicado del asunto en cuestión. Hay que tener en cuenta que los cuatro denunciantes juegan en la actualidad en varios equipos juveniles de fútbol y que uno de ellos en concreto milita en un club de Tercera.

«La verdad se sabrá»

Este medio intentó ponerse en contacto en la jornada de ayer con el entrenador acusado de estos abusos sexuales a menores, pero éste declinó realizar cualquier tipo de declaraciones a la espera de que la Justicia determine lo sucedido. Una familiar del técnico se limitó a decir, a llamadas de este periódico, que «la verdad se sabrá pronto». Mientras tanto, en La Barca nadie quiere hacer comentarios sobre este espinoso capítulo. El único rastro del caso es el que han dejado las pintadas aparecidas en distintos puntos de la pedanía y que han sido borradas sistemáticamente por el entrenador.