BAILAOR. Manuel Loreto El Lele, un bailaor jerezano que conoce el compás como nadie.
Jerez

Cuando el arte se hace baile

Nos detenemos en la figura de Manuel Loreto 'El Lele', un bailaor de los de antes que lleva en las venas el compás de Jerez

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Manuel Loreto, El Lele. De la calle Nueva y bailaor por los cuatro costados. Arte y esencia del Jerez más puro y santiaguero. Ahí lo tienen, sin pisar una academia en su vida y llevando el baile por bandera. «Ya no puedo bailar, hijo. Ahora a descansar. Me puse malito con problemas de corazón y me tengo que cuidar», comenta con cierta melancolía.

Este gitano de bronce ha estado en muchos escenarios de Andalucía mostrando su arte. «Nunca fui profesional. Lo mío ha sido el campo y la construcción. Pero cuando he podido, también he hecho mis cositas por ahí», asegura con mucho arte.

Su habla es pausada, sus ademanes armoniosos. Todo con mucho sabor. Sobrino de Romerito de Jerez -más conocido en el barrio de Santiago como El Cipote- y sobrino de El Guapo. Dos torres del cante grande. A El Lele le viene el arte de reata. «Un recuerdo para mi padre, Rafael El Chara o el Charamulo, como todo el mundo lo conocía. Era un monstruo. Toda la vida estuvo trabajando para don Álvaro en sus fincas de Los Albureros o en el cortijo de Guerra. Era manijero, y jamás tuvo un problema con nadie porque era todo humanidad», recuerda nuestro protagonista.

Todavía se acuerda de algunas fiestas en las que estuvo en Córdoba. Con un tal Manuel Do, cuenta. «No veas, niño, qué categoría. Aquello era el escenario más grande en España, y a los que estaban al final se les veían las cabezas así de chiquititas de lo lejos que estaban», comenta El Lele.

Descanso

Ahora ve pasar la vida con cierta tranquilidad. Llegó el descanso para el guerrero. Echa una manita a su hijo con las tagarninas y con las cabrillas. «Yo ya no trabajo. No puedo. Aquí vengo a ayudar un poco, pero nada más», subraya.

El Lele es un jerezano con arte. Un bailaor de los de antes. Respetuoso con los monstruos que habitan en los escenarios en la actualidad. «Ahora también hay mucho arte. Pero no quiero nombrar a nadie porque seguro que se me quedan otros también buenísimos. Para mí, todos son grandes artistas», concluye.