LOS MAESTROS. La mujer vive en una casa del parque municipal de vivienda. / C. L.
EL PUERTO

Una anciana protagoniza un caso de síndrome de diógenes en Los Maestros

Vive entre cartones y acumula todos los desperdicios que encuentra en la calle La Concejalía de Bienestar Social sigue el caso para buscarle una solución

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Acumula todo lo que ve. Cada martes acude al mercadillo y recoge todo lo que los demás no quieren. Perchas, plásticos, cartones. Todo para ella tiene valor. Una vez que ha recogido todo el material, se lo lleva a su vivienda social de Los Maestros, donde los lava y los coloca cuidadosamente. Así es la vida de Leo, una maestra jubilada de setenta años que vive sola entre cientos de papeles, periódicos, cartones y desperdicios.

Según comentan los vecinos de la zona, «Leo es una mujer encantadora, muy inteligente y solidaria con todos». Pero sufre la nueva enfermedad del siglo XXI, el síndrome de diógenes, que está afectando a muchas personas mayores que terminan malviviendo entre basura.

La concejala de Bienestar Social, Mariola Tocino, asegura que los técnicos del área llevan meses realizando un seguimiento de la mujer. Los vecinos, cada vez que el olor se hace insoportable por la acumulación de desperdicios, avisan a los técnicos del área que se trasladan hasta el domicilio para hablar con la enferma. Además, los familiares de la mujer mayor, que residen en Madrid, también se desplazan periódicamente a El Puerto para controlar el estado de Leo. No tiene marido ni hijos, y vive «en un mundo aparte», según comenta uno de los vecinos que intenta ayudar, «en lo que se deja» a esta mujer mayor que ve la realidad con un prisma totalmente diferente.

Los vecinos del inmueble, a pesar de la incomodidad que supone convivir con una persona afectada por esta enfermedad, no quieren que «echen a la calle a la mujer». Explican que la conocen desde hace muchos años y no quieren que «se quede como un perro tirada».

A pesar de ello, Miguel García, portavoz del parque municipal de vivienda, considera que «la mujer necesita una ayuda especial para evitar que se produzca cualquier desgracia», ya que los vecinos temen que, ante tanta acumulación de desperdicios, se pudiera producir un incendio. La edil, Mariola Tocino explica que la mujer también acumula grandes cantidades de comida que terminan putrefacta con el paso del tiempo.

Por ello, desde el Ayuntamiento también se baraja la posibilidad de ingresar a la mujer en una residencia, porque además del problema que sufre, sobrepasa la renta para habitar una vivienda social. Mientras tanto, hoy, como cada martes, acudirá al mercadillo, en busca de todo lo que los demás no quieren.