El presidente de Navarra y de UPN ha respondido a las preguntas de los lectores en un videochat.
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Miguel Sanz apuesta con rotundidad por Barcina como su sucesora

El presidente navarro desvela que ve a la alcaldesa de Pamplona como la futura líder de UPN y jefa del Ejecutivo foral por "capacidad de gestión, inteligencia para componer buenos equipos y carisma electoral"

MADRID Actualizado: Guardar
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El presidente de Navarra, Miguel Sanz, tiene claro quién es el mejor para sucederle no sólo al frente de Unión del Pueblo Navarro sino también como posible presidente de la Comunidad Foral. Su apuesta es la actual alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, de quien ha destacado en un encuentro digital con los lectores de Vocento su "capacidad de gestión, la inteligencia para componer buenos equipos de gobierno y sobre todo su carisma electoral".

Sanz está de retirada en UPN y así lo ha vuelto a repetir en el videochat. "Siempre he tenido la maleta dispuesta y, de hecho, abandonar el liderazgo de UPN y renunciar a volver a presentarme a la Presidencia del Gobierno es una decisión totalmente voluntaria". Su despedida será en el próximo Congreso. Para esa cita no oculta a su candidato: Yolanda Barcina, a la que también ve con buenos ojos como aspirante a la Presidencia navarra. Insiste en que es una buena opción "a pesar de las múltiples presiones que ha tenido". Frente a esas presiones en la reciente crisis y ruptura con el PP, Sanz ha explicado que la alcaldesa de Pamplona "ha demostrado criterio y lealtad al partido al que pertenece". De Alberto Catalán, secretario general del partido y que también suena como candidato, admite que le ve "en la dirección y con altas responsabilidades".

El presidente navarro no ha pasado por alto la crisis con el PP, que ha terminado en ruptura. Su postura, con los 'populares' resurgiendo en la comunidad, sigue siendo la misma: "Quien ha roto el pacto y ha incumplido el acuerdo firmado por Mariano Rajoy y Miguel Sanz en el año 2007 ha sido el PP". Insiste en esto porque "aunque lo repitas mil veces, no hay peor sordo que el que no quiere oír". También repite que el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, no ha tenido nada que ver en esta ruptura, que no ha habido chantaje de los socialistas navarros y que este nueva etapa no supone un acercamiento al PSN: "El PSN y UPN siempre serán rivales políticos que intentarán alcanzar el Gobierno de Navarra y que estarán dispuestos a colaborar en la gobernanza de nuestra comunidad".

Su objetivo, con la amenaza electoral de ese "nuevo PP", es que UPN "continúe gobernando esta comunidad en el futuro, porque se ha demostrado que con UPN Navarra ha alcanzado los mayores niveles de bienestar y modernidad". Y lo hará, apuntaba, desde los mismos principios que viene defendiendo porque "UPN nunca tendrá veleidades nacionalistas, mucho menos soberanistas y mucho menos territoriales para conformar ese ente que algunos denominan la gran Euskal Herria".

El adelanto electoral no entra en sus planes porque considera que "generaría un gasto, no sólo económico sino político, que se hace innecesario porque la estabilidad de Navarra se hace posible por el entendimiento de UPN, CDN y PSN, que representan entre los tres el 70% de la voluntad de los navarros".