Madrugadores y dormilones

n el vestuario cadista conviven, como en todos los sitios, madrugadores y dormilones. Y por ello, es cuanto menos curioso observar día tras día la colocación de los coches en el aparcamiento que tienen los jugadores al lado de los vestuarios de El Rosal. No suelen fallar al principio del parking los de los más madrugadores, quienes se ahorran unos me-tros de camino como premio a su rapidez. Uno de ellos suele ser Enrique pese a que ayer se le adelantó Bezares, que fue también de los primeros en llegar. Pero claro, al fondo también suelen encontrarse algunos de los bolidos pertenecientes a propietarios más dormilones. Y es aquí en donde no suele faltar el de Acuña, un chico puntual pero siempre al borde de la informalidad.