Las pedanías se convierten en un arma arrojadiza para los grupos políticos

La polémica suscitada a raíz de las protestas de tres pedanías jerezanas -Estella, La Barca y Torrecera- que solicitan más atención y recursos económicos por parte del Ayuntamiento matriz, ha derivado en una guerra política abierta entre los alcaldes pedáneos y el Gobierno local de Pilar Sánchez, y está sirviendo como caldo de cultivo para multiplicar la confrontación entre los partidos políticos representados en el Consistorio. Así las cosas, el PSOE de Jerez emitió ayer un comunicado para criticar «el oportunismo» con el que la portavoz del grupo popular, María José García-Pelayo, ha tratado el «conflicto» que los tres alcaldes de las pedanías de La Barca, Torrecera y Estella vienen manteniendo con el Ayuntamiento matriz. Al respecto, el PSOE considera que García-Pelayo «se ha extralimitado al erigirse en defensora de las reivindicaciones de estas pedanías y reclamar que se abra una vía de diálogo entre los alcaldes pedáneos y el Consistorio, solicitando que la alcaldesa los reciba y atienda sus peticiones».

El PSOE recuerda a la portavoz del PP que «en ningún momento se ha roto el diálogo con las pedanías» y, de hecho, puntualiza que «el Gobierno municipal ha mantenido reuniones con todos y cada uno de los alcaldes de estas entidades locales en el seno del Consejo Territorial, en cuyo órgano se ha debatido y tratado los problemas y necesidades que afectan a estos núcleos rurales».

Estrategia

Los socialistas consideran que la protesta liderada por los los tres alcaldes pedáneos responde a «una estrategia, a la que el PP se ha sumado por puro oportunismo político para intentar desgastar al Gobierno municipal y al partido que lo sustenta». El PSOE de Jerez insiste en que el diálogo sigue abierto y se reafirma en su apuesta por atender las reivindicaciones de los vecinos y vecinas, que, según esta formación, «están al margen de la particular lucha que han iniciado los alcaldes de esas tres pedanías».