Menos visitas para los que se fueron

Las flores, lágrimas y el recuerdo de los que se fueron llenaron ayer, un año más, la Festividad de Todos los Santos, en una jornada que sin embargo notó el descenso en la afluencia de público al camposanto a causa del mal tiempo.

Así, el Cementerio de Nuestra Señora de la Merced vivió su jornada grande más desierto que en otras ocasiones, algo que ya se podía presagiar desde comienzos de la semana, ya que la adversa climatología ha hecho mella en las visitas.

Los accesos al camposanto apenas notaron en la mañana de ayer las colas de vehículos habituales, mientras que los aparcamientos, vigilados por los miembros de Brote de Vida, tampoco se encontraban abarrotados. Al acceder al interior del cementerio, el goteo de familiares contrastaba con las multitudinarias visitas de años anteriores, cuando el buen tiempo sí ha acompañado en este día dedicado a los fallecidos.

Una vez dentro, las familias engalanaban con flores los nichos y tumbas de sus seres queridos, en muchos casos con la ayuda de una escalera y/o de los operarios que forman parte del dispositivo habilitado en el interior del recinto. Muchos también iban armados con el cubo y otros útiles de limpieza.

Además, como es habitual, el camposanto se convertía ayer en un improvisado mercado en el que las flores volvían a ser las protagonistas, aunque este año también hayan notado los efectos de la crisis económica.

Por otro lado, hay que recordar que la empresa Cojetusa ha reforzado el servicio de transporte urbano desde el pasado domingo hasta el día de hoy.

De este modo, la línea 7 cuenta con un refuerzo especial Angustias-Cementerio-Angustias, desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la tarde.

El hecho de que no se repitieran ayer las precipitaciones del viernes evitó molestias a los jerezanos en los accesos al cementerio, como sí han tenido que sufrir en jornadas anteriores.

eesteban@lavozdigital.es