« Tony Rodríguez No me importa ser el bufón de la Corte»

-Soy un tío de de Cadi-Cadi. Me tienen que llamar con la mano pa'rriba, porque si me llaman con la mano pa'bajo me siento.

-¿De verdad era tan feo de pequeño? Resulta difícil de creer, viéndolo ahora.

-Mi padre me llevó a ver Los Gremlins al antiguo cine Andalucía y todos los niños querían hacerse fotos conmigo.

-Sus biógrafos no se ponen de acuerdo. ¿Eso de que el médico que atendió a su madre en el parto lo lanzó al aire y dijo: si vuela es que es un murciélago, es totalmente cierto o se lo ha inventado?

-Eso, en concreto, me lo inventé. Pero hay otros chistes reales, como que tuve que aprender a andar muy pronto porque mi madre no quería cogerme en brazos, o que mi padre me amarraba un hueso al cuello para que el perro jugara conmigo.

-¿Era el típico adolescente del que sus amigos esperaban que les alegrara el botellón con sus gracietas?

-No, qué va. Nunca he sido el bufón de la Corte, pero ahora no me importa serlo. Nunca he sido el gracioso de las barbacoas, ni el de los bautizos, ni el de las comuniones. La gente se cree que es coña, pero esta faceta la he desarrollado por lo bien que se cobra y lo poquito que se trabaja.

-Si se pone serio durante más de un minuto, ¿le revienta la cabeza?

-Algunos lo piensan, desde luego. Estuve hace poco en el hospital, y la gente me decía: cuéntate un chiste, venga, no seas malaje. Joder, que estamos en un hospital.

-Cuando acabe con todos los tópicos sobre Cádiz, ¿con qué hará los chistes?

-La base del humor que se hace en Cádiz siempre ha sido reírnos de nuestras propias cosas. Eso no es nuevo: mira el Carnaval. Y siempre requiere de un tanto de exageración. No soy yo quien ha descubierto los chistes sobre la fama de flojos que tenemos los gaditanos, aunque ese es un tópico de toda Andalucía. Lo único que pretendo es bromear con ese tema pero de una forma diferente, sin mala intención y con arte.

-¿No teme que la legión de fans que le persigue por la calle acabe por poner en riesgo su carrera?

-A mí sólo me persiguen pa'pegarme.

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