ENTREGA. Griñán lleva los Presupuestos a Coves. / EFE
LA MIRILLA ANDALUZA MARÍA DOLORES TORTOSA

Las cuentas hechas

La aprobación de los presupuestos para 2009 no ha deparado grandes sorpresas, como tampoco la reacción a los mismos de la oposición. También estaba cantada la reelección de Valderas en IU-CA. Menos esperada ha sido la rápida negativa de Caja Granada a la propuesta de fusiones de Chaves

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Finalmente a Griñán le cuadraron las cuentas y pudo sacar a la luz su proyecto de presupuesto para 2009. No lo hizo solo, como en otras ocasiones. Le acompañó Zarrías. Los dos vicepresidentes de la Junta comparecieron para explicar el presupuesto al estilo Moncloa (De la Vega y Solbes). El mensaje quedó claro. No se trata sólo de dar a conocer las cifras sino del sentido político de estas. Si se hubiera tratado sólo de explicar las partidas, con Griñán y el portavoz Cervera hubiera bastado, como otros años. Pero se trata de unos presupuestos para la crisis. Ante la crisis el núcleo duro del poder andaluz aparece como una piña. El objetivo es ofrecer una imagen de solvencia, de fortaleza política ante la frágil situación económica. Y la imagen de ambos tuvo ese efecto.

PRESUPUESTOS

Críticas a priori

Otra cosa es el efecto que causan en la oposición. De entrada ya ha puesto pegas. Tanto Arenas como Valderas han criticado el proyecto. Están convencidos de que crearán más paro. La lista de descalificativos es larga: insolidarios, engañosos... Cada año es el mismo ritual. El viernes llegaron los presupuestos en un mínimo pendrive al Parlamento. Hasta mañana lunes los diputados no podrán conocer con detalle el destino de los 33.764 millones de euros y enmendarlo si lo ven conveniente. Pero la oposición, impaciente, larga sus opiniones sin esperar a conocerlos. Puede que sean como dicen y al final poco sirvan para afrontar la delicada situación, pero las críticas a priori restan credibilidad. Por ello al final lo que queda es lo que cuentan Griñán y los consejeros de excursión por toda Andalucía para explicar las inversiones en cada provincia, aunque suene a propaganda.

AYUDAS A EMPRESAS

Fin al fondo perdido

A falta de conocer más detalles, estas cuentas apenas difieren en lo general de otras, salvo el plan de austeridad cifrado en 168 millones. Cuatro de cada cinco euros se destinan a educación, sanidad y servicios sociales. Más de la mitad del gasto, como ha sido la tónica de otros años. Entre las novedades, cabe señalar los cambios en la concesión de ayudas para crear empresas. Se acabaron los dineros a fondo perdido. La Junta apuesta por avalar créditos, para garantizar cierto éxito en la inversión. Veremos cómo resulta este cambio en la época de incertidumbre que vivimos.

LAS FUSIONES DE LAS CAJAS

El plante de Granada

En otro asunto en el que el núcleo duro del Gobierno andaluz aparece como una piña es en el de las fusiones de las cajas. Chaves, Griñán y Zarrías no han parado de lanzar mensajes esta semana. Ello pese al plante de CajaGranada que rápidamente ha descartado una fusión con Unicaja o Cajasol. Un revés que Chaves parece haber encajado bien, pese a que lo han protagonizado dirigentes de su partido en Granada. «Estaba en la hoja de ruta prevista», se ha limitado a decir el presidente. Esta frase revela que el proyecto seguirá adelante sin la entidad granadina y sin Cajasur, también autodescartada. Sólo quedan tres: Cajasol, Unicaja y la Caja de Jaén. Cualquiera que sea la hoja de ruta, Chaves sabe que debe contar con un amplio consenso social y político para impulsar las fusiones. Por ello ha emplazado a Javier Arenas a una entrevista en la que abordar un acuerdo. La postura del líder del PP andaluz es conocida. No quiere «dirigismo político» en la operación. Insiste Arenas en que las fusiones deben salir del propio interés de las cajas de ahorros. Esto sería lo correcto si nos olvidáramos de que la mitad de los consejos de administración de dichas cajas están compuestos por representantes de los partidos.

ASAMBLEA DE IU

La difícil renovación

Izquierda Unida celebra este fin de semana su asamblea regional. Salvo imprevistos, Diego Valderas saldrá hoy reelegido coordinador general. El abultado apoyo ayer a su informe de gestión hace prever que cosechará igual respaldo frente a su rival, el crítico José Cabrero. Ahora bien, las broncas y peleas ocurridas en la asamblea de Salobreña denuncian que IU sigue más desunida que nunca y los episodios cainitas se suceden cada dos por tres. Y es que IU vuelve a sangrar por la misma herida, la de su difícil renovación. La supervivencia de cualquier formación política no está sólo en su ideario. No basta con avanzar en ideas. La renovación en las formas y en las personas también es necesaria. Y en IU se torna difícil. Como botón de muestra valga la paradoja de que en una formación que presume de progresía, todos sus diputados sean hombres en tiempos de la paridad por ley. También en las formas hace falta renovación. Algunos vuelven a caer en lo mismo de hace décadas y, como los chistes repetidos, ya no hace gracia. El encierro de Sánchez Gordillo y sus afines en el Parlamento resultó más fuera de tiempo que de lugar. IU-CA tiene ante sí una nueva etapa en la que Valderas deberá trabajar a fondo, sobre todo para recuperar la unidad interna y el orden externo. Él es un hombre entregado a la causa y perseverante, como lo demostró al sacar su escaño contra todo pronóstico. Eso le ayudará.