xviii cumbre iberoamericana

Los líderes latinoamericanos abogan por convocar una reunión mundial para afrontar la crisis financiera

Los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en San Salvador apuestan por un encuentro de mandatarios bajo los auspicios de la ONU ante la díficil situación económica

SAN SALVADOR Actualizado: Guardar
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Los jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica han mostrado en San Salvador diversidad de criterios frente a la grave crisis económica mundial, y han coincidido en promover la participación política de los jóvenes para lograr sociedades más justas. Los gobernantes evalúan en la cumbre, entre otras ideas, una iniciativa para pedir una reunión de gobernantes en el marco de la ONU, según un documento.

Fuentes diplomáticas han señalado que la propuesta de esta cita es avalada por Venezuela y sus más cercanos aliados en la región: Ecuador, Bolivia, Cuba y Nicaragua, quienes comparten una línea radical de liquidar el sistema económico capitalista y avanzar hacia el "socialismo del siglo XXI".

Tres países iberoamericanos -Argentina, Brasil y México- forman parte del G-20 (que agrupa a los países más ricos y las principales economías emergentes) convocados a una cumbre el próximo 15 de noviembre en Washington para reformar el sistema financiero mundial y a la que España está intentando acudir. José Luis Rodríguez Zapatero, que ya ha recibido varios apoyos de cara a la cita, ha abogado por que se tenga en cuenta la nueva realidad geopolítica mundial para acordar las reformas del sistema financiero y decidir los grupos que han de impulsar esos cambios.

Nuevo orden económico

Los22 gobernantes presenten en la cumbre iberoamericana han aprobado los documentos previstos un día antes y algunos han abandonado la cita antes de la reunión privada aplazada al viernes, con el fin de discutir un pronunciamiento ante la crisis económica mundial. En la primera jornada de este foro que se celebra en la capital de El Salvador, los problemas de la juventud iberoamericano han sido desplazados por la crisis financiera mundial, que algunos han desdramatizado, mientras que otros han expresado la máxima preocupación o han aprovechado la oportunidad para pedir un cambio en el orden mundial. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y los presidentes de Brasil, Luiz Inacio Lula; Chile, Michelle Bachelet; y Argentina, Cristina Fernández: y Ecuador, Rafael Correa, han coincidido en aprovechar la coyuntura para invocar un nuevo orden en la estructura representativa mundial.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha exigido que la voz de los países más pobres sea oída en el diseño de un nuevo orden económico por ser "víctimas y no culpables" de la crisis, y ha reclamado "una mayor participación de los países en desarrollo" en la solución. Lula ha dicho que es "el momento de decisiones políticas" que permitan "redefinir el papel del Estado" para renovar el apoyo a los sectores productivos y aumentar la inversión en educación y formación profesional, para crear las bases de "un mundo mejor y más justo".

El mandatario de México, Felipe Calderón, ha considerado necesario "generar un nuevo orden económico internacional que permita un diseño equilibrado entre Estado y mercado", con una "regulación mucho más severa del sistema internacional", a fin de "reducir el impacto de la crisis en la economía real". Ha apuntado que "urge una política coordinada en la región, que permita potenciar la inversión pública y privada". En ese sentido, la presidenta argentina, Cristina Fernández, ha pedido que los países iberoamericanos adopten una postura común para llevar a la reunión del G-20 "no sólo la voz de un país, sino de una región". "Un modelo, el neoliberal, que se creía indestructible ha fracasado", ha dicho Fernández, quien ha hecho una encendida defensa del multilateralismo con voz de los países emergentes.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha defendido que la reforma de las instituciones multilaterales incluya la presencia de los países emergentes y en desarrollo en sus órganos de gobierno. Mientras que el presidente boliviano, Evo Morales, se ha declarado contrario a "salvar" el capitalismo, ante la grave crisis global, y ha propugnado la democratización de la economía mundial. El mandatario de Guatemala, Álvaro Colom, ha pedido que Iberoamérica se desligue de diseños ajenos y desarrolle "su propio modelo" frente a la crisis, que ha considerado que no es sólo financiera y de alimentos sino también de "principios y valores".

Esperanza para la juventud

Con respecto al tema central de la reunión, Juventud y Desarrollo, Rodríguez Zapatero ha hecho una propuesta concreta en este ámbito: promover el uso compartido de infraestructuras científicas y tecnológicas entre los países de la región. El Rey Juan Carlos ha destacado que si se involucra activamente a los jóvenes en el desarrollo de los países se logrará construir "sociedades más sólidas, prósperas, justas y participativas".

Felipe Calderón, ha señalado que las salidas a la crisis pasan por potenciar el comercio entre los países de América Latina y acelerar los procesos de integración política y economica, a fin de dar "una esperanza nueva a los jóvenes". Mientras que Morales ha asegurado que "nunca más puede haber analfabetos", al recordar algunas experiencias negativas de su vida, por lo que ha explicado que su gobierno ha decidido crear tres centros universitarios indígenas, que darán las clases en las lenguas aimara, quechua y guaraní. El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, por su parte, ha evocado la memoria del asesinado arzobispo de San Salvador monseñor Óscar Arnulfo Romero para reclamar a los Gobiernos iberoamericanos la construcción de "nuevas realidades" para la juventud de la región.