LUIS BONONATO. Está al frente de Proyecto Hombre desde el año 1991. / CRISTÓBAL
Jerez

«Estamos inquietos porque no tenemos aún la subvención del Ayuntamiento»

«La droga no es sólo drogadicto-población-marginado; abarca todas las edades y capas sociales» Bononato asegura que en Proyecto Hombre asisten a personas socialmente bien estructuradas

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Es un lugar de aspecto desangelado. Sus paredes desvencijadas han escuchado muchas voces pidiendo ayuda. Luis Bononato es el que dirige esta casa de bajo y primero desde el año 91. La vivienda fue cedida por el Obispado durante 25 años y pronto se mudarán. Las nuevas instalaciones estarán ubicadas junto al Polideportivo Acuña. Las obras comenzaran a principios del año que viene y Luis tiene un deseo, que es que para febrero de 2010, día de aniversario, se puedan inaugurar. Allí todo será más amplio, con más luz, más moderno y preparado para dar soluciones a tanta demanda, porque necesita un espacio abierto y donde el aire no se te caiga encima. Pero con toda esa frialdad del otoño haciéndole encima, existe en Proyecto Hombre un gran equipo donde la persona y la búsqueda de soluciones es lo que más importa. Pero andan un poco preocupados porque la subvención del Ayuntamiento de Jerez no les llega. Además esto se une a que el Consistorio también les debe 61.000 euros.

-Pues sí, estamos inquietos porque aún no tenemos la subvención y ahora con la obra andamos mal de dinero. Fíjese que tenemos un fondo guardado para estas obras y hemos tenido que tirar de ahí para compensar el retraso de la subvención. Deseamos que la semana que viene se solucione esto, y a la vez estamos esperando la resolución de la subvención de este año. También solicitamos que, por lo menos, tengan en cuenta la subida anual del IPC y nos aumenten algo, ya que con el tema de la obra nos vemos con más necesidad. Y en cuanto a los 61.000 euros que nos deben, son de retrasos que hemos tenido de 2002, 2004

-Tengo entendido que el Ayuntamiento de Jerez antes aportaba más dinero a Proyecto Hombre.

-Sí, hace algunos nos llegaron a dar 54.000 euros, que son 9 millones de pesetas, y desde hace unos cuantos años lo bajaron a los 24.000 de euros, que en pesetas se quedan en 4 millones.

-¿Con qué montante cuentan?

-Cerca de los 800.000 euros, pero aún no es suficiente por la obra de las nuevas instalaciones. Para estos gastos tendremos que, por un lado, solicitar un préstamo y, por otro, aumentar los ingresos a través de distintas campañas.

-¿Qué aporta el Ayuntamiento en la obra de la nueva casa?

-Lo que es el solar, la elaboración del proyecto y la dirección de obra, y esto ya supone un ahorro importante de cara a la nueva sede. Empezar sin ese gasto, que nos llega desde la Delegación de Urbanismo, nos supone una gran ayuda.

-¿Cuando comenzarían la construcción y para cuando está prevista su inauguración?

-Nosotros queremos empezar la construcción en enero o febrero de 2009, y pensamos, ya que no es una construcción complicada al no ser vivienda, que estará finalizada en 2010. Aunque, claro, depende mucho del dinero. Y luego el deseo es inaugurarla en nuestro aniversario, en el mes de febrero.

-¿En qué zona estaría ubicada, cuántos metros tendría y qué ofrecería Proyecto Hombre?

-El nuevo edificio irá junto al Polideportivo Acuña y calculamos que tendrá unos 1.000 metros cuadrados. Allí irían los programas de tratamientos ambulatorios. La Acogida, Proyecto Joven. Programa de cocaína, menores de reforma juvenil que también estamos atendiendo y después todas las oficinas: dirección, gestión, voluntariado, prevención, prisión, formación

-Esta casa de Lealas, ¿desaparecería como Proyecto Hombre?

-En principio sí, pero depende mucho de si tenemos dinero para construirlo todo o hay que ir por fases y tenemos que mantener algunas dependencias.

-Esta casa fue una cesión por 25 años de la Diócesis de Jerez

-Sí, la firmamos hace unos tres años y en el caso de que no se utilice se la devolveríamos a la Diócesis.

-¿Y qué otras instituciones aportan subvenciones?

-El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, diferentes consejerías de la Junta que están relacionadas con nuestro trabajo como Gobernación, Igualdad y Bienestar Social, de Salud, Justicia... En fin, las que abarcan los ámbitos por los que nosotros trabajamos prestando servicios.

-Luego están los ayuntamientos como el de Jerez, Cádiz o Puerto Real y la Diputación. ¿Este dinero ya les ha llegado?

-Sí, de estos lo hemos recibido. Es más, el Ayuntamiento de Cádiz ha subido la ayuda económica.

-¿Qué comprende Proyecto Hombre?

-Prevención, tratamiento, Escuela de Padres, Proyecto Joven, cocaína de adultos En prevención estamos en centros educativos, en ayuntamientos, asociaciones o colectivos que nos piden; o bien con la prevención de drogas o habilidades sociales como educar en valores para a su vez prevenir el consumo de droga u otro tipo de conductas. En tratamientos en menores, la filosofía es dar demanda a todo lo que nos piden tanto a nivel personal como institucional, mientras forme parte de nuestro sistema de trabajo.

-Ahora hábleme de la Escuela de Padres.

-Se abrió en el 97, por que empezaron a venir padres preocupados por sus hijos. Después empezaron a venir los hijos de estos padres y entonces tuvimos que abrir Proyecto Joven, ya más especifico para adolescentes. Y dentro de él hay varios subgrupos en estos adolescentes: los que vienen ya con problemas de comportamiento, los de fracaso escolar, violencia, agresividad, falta de respeto en el ámbito familiar, en lo social o educativo... Los padres y sus hijos necesitan ayuda y entran en un programa más educativo que terapéutico.

-¿Y el programa de cocaína de adultos?

-Se creó en el año 98 para adultos estructurados que mantienen su trabajo, su familia, su estructura social; es decir, que no son personas que estén en la calle o sin trabajo. Vienen empujados o bien por su empresa, si hay un ambiente de confianza, o bien por la pareja, que le dice: «Así no se puede seguir, tú tienes que tomar una decisión y curarte». Vienen, se les permite que sigan trabajando. Es un programa distinto.

-Luis, existe la creencia, ya vemos que errónea, de que a Proyecto Hombre viene gente muy deteriorada.

-Sí, así es. Se tiene la idea de que llegan las personas deterioradas y desestructuradas, y aquí hay gente que viene por las tardes, que es cuando se les atiende, que poseen su trabajo diario y su vida familiar normal. Pero tienen que venir a grupos de ayuda, tres veces a la semana. Entonces es importante que la gente no identifique a Proyecto Hombre con población marginada, por que la droga no se relaciona: drogadicto-población-marginación. El consumo abarca a todas las capas sociales y todas las edades. Entonces desde la persona alcohólica de 60 años hasta la de cocaína de 40, el consumidor desestructurado de los 35 años o el adolescente que se ha aficionado al consumo, y también el de 20 años que ya está en el tema de hachis, pastillas y cocaína. O sea, que abarca todas las edades y todas las sustancias.

-¿Qué resultados tienen?

-De las personas que terminan, que se les da el alta terapéutica, el 85% no vuelve a recaer.

-¿A cuántas personas atienden?

-Yo siempre barajo el dato del año 2005, en el que atendimos a unas 55 personas, y ahora los números que barajamos son entre 110 y 120. Esta subida ha sido fundamentalmente en los perfiles que estamos hablando anteriormente: los adolescentes y los adultos consumidores de cocaína.

-¿También hay menores consumidores de hachís que vienen pidiendo ayuda?

-Sí. Y hay menores que sólo lo han probado una vez, entonces no vienen tanto por el consumo sino por el comportamiento.

-¿Qué comportamiento tienen?

-Que no dan la autoridad a nadie, empezando por la gente de la calle, en el ámbito educativo o a la misma familia. No hay límites para los estudios ni los horarios. Situaciones de falta de respeto en la casa, incluso puede haber relaciones de agresividad con los padres. Nos encontramos familias que los que mandan, parece, son los menores en lugar de los propios padres. Existen padres que no pueden más y piden que el sistema acoja a su hijo y nos dicen: «Yo no quiero ser ya el tutor de mi hijo, yo no puedo, no sé, esto se me ha ido de las manos». Esta situación se está dando.

-¿Y a qué edad está ocurriendo esto?

-Yo creo que hay una edad, la de los 12 años, que es muy importante. Se producen cambios en centros educativos, donde pasan de un colegio a un instituto. Y cuando empiezan a despuntar estos modelos hay que trabajar con ellos normas, habilidades sociales, asertividad, valores, etc.

-La primera responsabilidad es de la familia.

-Claro, el núcleo familiar debe ser la primera respuesta. A continuación debe estar en los centros educativos. Y creo además que debe estar en la población en general. Antes nos sentíamos con la responsabilidad de llamar la atención a un menor cuando hacía algo inadecuado. Ahora ni nos atrevemos porque sabemos las respuestas con las que nos podemos encontrar.

-¿El peligro está en que no hay referentes?

-Naturalmente, le quitamos la autoridad a ese adulto, entonces ese referente adulto que en un momento dado que me puede a mi guiar no existe. Y es lo que está sucediendo en muchos menores. Yo creo que hay un gran problema con los menores, que ya se está viendo y se seguirán viendo las consecuencias. Y ahí tenemos la corresponsabilidad todos, desde el propio sistema por supuesto, pero primero los padres, que tenemos que asumir lo que significa educar a nuestros hijos.

Luis tiene tres hijos. La mayor de 13 años, y dos niños de 10 y 8. Él, como director de Proyecto Hombre y como padre, sabe cómo están las cosas. Así, le pido consejos para padres de adolescentes: «Sobre todo ejercer la autoridad y la responsabilidad, y tener recursos para cuando lleguen los problemas y buscar los recursos propios y los del colegio».

-¿Cuándo dar el paso para ir a un profesional o a Proyecto Joven?

-Cuándo existe ya una desviación como fracaso escolar, agresividad en la familia, malas compañías... Donde yo vea que antes existían indicadores positivos y todos van desapareciendo. Llega entonces el momento de hacer una parada y retomar la situación antes que sea demasiado tarde.

Otro consejo que me dio para compartirlo con los lectores de LA VOZ fue el siguiente: «Estar pendiente de nuestros menores y que los padres vayamos cambiando y creciendo con las diferentes edades de nuestros hijos, a la vez que ir modificando comportamientos». Y yo les digo y me digo que ¿Buena suerte!