Biden en un acto de la campaña electoral. / Afp
elecciones en eeuu

Las salidas de tono de Biden pueden poner en peligro la carrera de Obama a la Casa Blanca

El candidato a vicepresidente tiene una capacidad para hacer comentarios inoportunos en momentos inesperados

WASHINGTON Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Joe Biden, el candidato demócrata a la vicepresidencia de Estados Unidos, tiende a soltarse la lengua cuando habla, lo que le ha convertido en el único cabo suelto en una campaña presidencial de Obama caracterizada por su férreo sentido de la disciplina.

El veterano senador con 35 años de carrera a sus espaldas, fue seleccionado por el candidato presidencial demócrata como su 'número dos' debido a su vasta experiencia sobre todo en política internacional, una de las carencias del aspirante a ser el primer presidente negro de EEUU. Pero, pese a sus conocimientos y una opinión favorable del 60% del público, Biden aporta una debilidad a la campaña: su capacidad para hacer comentarios inoportunos en momentos inesperados.

Pocos días después de su designación, admitió en unas declaraciones que la gran rival de Obama en las primarias, Hillary Clinton, hubiera sido una "mejor opción que" él para la vicepresidencia. En los momentos más crudos del estallido de la crisis financiera, a mediados de septiembre, recomendó que el presidente George W. Bush saliera ante las cámaras para tranquilizar a la población, al recordar que "cuando la Bolsa se desplomó (en el comienzo de la Gran Depresión en 1929), Franklin D Roosevelt compareció en televisión". Pero en 1929, ni Roosevelt era presidente ni la televisión existía más que como un primitivo prototipo. Otras veces, sus comentarios han sido más bufos que dañinos, como cuando le dijo a uno de los periodistas que le acompañaban, sin venir a cuento, que tenía que "trabajar esos pectorales".

Midió sus palabras con Palin

Su tendencia a irse de la lengua hizo temer al equipo de la campaña demócrata un posible desastre durante su debate del pasado 2 de octubre con su rival republicana, Sarah Palin. Sin embargo, el senador por Delaware no sólo mostró una disciplina ejemplar a la hora de expresarse sino que protagonizó uno de los escasos momentos de sincera emoción en el debate, al recordar la muerte en un accidente de tráfico de su primera esposa y su hija menor y cómo tuvo que hacerse cargo él solo de sus dos hijos mayores.

Desde entonces, Biden no había vuelto a proferir salidas extemporáneas. O al menos, no que causaran un gran eco en los medios. Hasta los últimos días, cuando hizo sonar las alarmas en la campaña de Obama. En unas declaraciones en un acto para recaudar fondos, se le ocurrió comentar que "acuérdense de lo que les digo. No van a pasar ni seis meses antes de que el mundo someta a prueba a Barack Obama".

"Vamos a tener una crisis internacional, una crisis provocada, para poner a prueba a este hombre", sostuvo Biden, quien también recomendó a los presentes que "se aten los machos" ante esa posibilidad. Obama restó importancia a las declaraciones de su número dos como "florituras retóricas", aunque para paliar los daños tuvo que convocar una reunión con sus asesores de seguridad nacional.

Su rival republicano, John McCain, aprovechó esas palabras para lanzar duros ataques, con anuncios incluidos, contra la candidatura demócrata. Mientras tanto, Biden se enzarzaba en una nueva discusión, con una presentadora de un canal local en Florida que le preguntaba por las supuestas tendencias "comunistas" de Obama. Y, hace apenas dos días, defendió los recortes de impuestos para quienes ingresan menos de 120.000 euros al año (150.000 dólares). Obama promete recortes para los que cobren menos de 201.000 euros (250.000 dólares) anuales.